MADRID, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno ha evitado este viernes alimentar el malestar que ha provocado en el Reino Unido el apoyo de la UE a la posición tradicional de España en el contencioso de Gibraltar, supeditando a un acuerdo bilateral previo entre Madrid y Londres la aplicación en el Peñón del futuro acuerdo de relación que pacte el Reino Unido con los 27.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el portavoz del Ejecutivo, Iñigo Méndez de Vigo, ha reiterado que en el Gobierno de Mariano Rajoy están "satisfechos" de que el borrador redactado por el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, con las orientaciones generales europeas para la negociación incluya un párrafo sobre Gibraltar que asume la tesis española.
Aunque estas orientaciones aún deben ser aprobadas formalmente por los líderes de los 27 en una cumbre el próximo 29 de abril, no se esperan cambios a este respecto. De hecho, el portavoz ha expresado su satisfacción "con la posición de la Comisión y las instituciones europeas" en este asunto.
"Uno escucha muchas cosas, nosotros nos mantenemos con calma, sosegados", ha señalado en respuesta a las declaraciones incendiarias que han llegado desde Londres, donde algunos políticos conservadores han sugerido que, para defender a Gibraltar, habría que mostrar la firmeza de Margaret Thachter en la Guerra de las Malvinas o que, a modo de venganza, Reino Unido debería recibir a líderes independentistas catalanes y ayudarles a llevar su causa a Naciones Unidas.
Méndez de Vigo ha considerado que lo que dicen las directrices generales de Tusk es "pura lógica". Que al final del plazo de dos años para negociar la salida de Reino Unido, este país y los territorios que de él dependen, como Gibraltar, están "fuera de la UE" y, por tanto, "no le serán aplicables las normas del derecho comunitario".
Y que "todo lo que concierna a Gibraltar tendrá que ser resuelto por el Gobierno británico y el español". "La Unión tampoco tiene nada que ver con otros debates posteriores que son sólo debates entre el Reino Unido y España", ha insistido.
Méndez de Vigo ha querido dejar claro que al Gobierno español le "preocupa" el efecto del 'Brexit' sobre los "derechos de los ciudadanos de uno y otro lado del Peñón" y que va a esmerarse en tenerlos en cuenta combinando sus necesidades con la "sólida posición jurídica" que España mantiene respecto del contencioso con Reino Unido a cuenta de Gibraltar.
España, por el Tratado de Utrech de 1713, cedió a la Corona británica la ciudad y el castillo de Gibraltar, junto a su puerto, defensa y fortaleza, no así el istmo, donde se asienta el aeropuerto y que se encuentra ocupado ilegalmente por los ingleses desde el siglo XIX. España alega asimismo que Reino Unido no tiene soberanía sobre las aguas que rodean el Peñón, dado que no las cedió expresamente en el Tratado de Utrecht.
Ese Tratado incluía además la llamada cláusula de retrocesión, que concede a España un derecho preferente a recuperar Gibraltar si en algún momento Reino Unido decide renunciar al territorio.