Reporteros sin Fronteras pidió esta semana al Gobierno que se implicase activamente en la defensa de la prensa española en Turquía
MADRID, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
España ha protestado de manera reiterada ante Turquía por el trato dispensado a periodistas españoles en ese país sin que hasta la fecha el Gobierno de Recep Tayip Erdogan haya dado una explicación oficial sobre su actuación, a pesar de las peticiones de las autoridades españolas, han informado a Europa Press fuentes diplomáticas.
El último caso ha sido el de la periodista Beatriz Yubero, colaboradora de varios medios españoles y quien cursaba un doctorado de periodismo en la Universidad de Ankara con una beca que Turquía le ha retirado.
Yubero fue detenida a primeros de agosto en su domicilio por la Policía antiterrorista y forzada, bajo la amenaza de esperar su deportación en un campo de detención en la frontera con Siria, a firmar un documento en el que admite salir de Turquía voluntariamente.
Ni la periodista ni el Gobierno español tienen documento formal alguno en el que las autoridades turcas expliquen los motivos de su expulsión del país, si bien Yubero ha recibido información oficiosa de que su detención podría deberse a que la consideran sospechosa de mantener vínculos con grupos "gülenistas", como se conoce a los seguidores del clérigo Fetulá Gülen, al que Erdogan acusa de estar detrás del fallido intento golpe de Estado de julio pasado.
La Embajada española intentó interceder en su favor ante las autoridades turcas, para evitar su deportación, sin éxito. Con Yubero ya en España, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación convocó al embajador turco en Madrid, Ömer Onhon, para protestar por la deportación y el trato dispensado a la periodista, al tiempo que se pidieron explicaciones formales a Turquía de los motivos que llevaron a la expulsión, han revelado a Europa Press fuentes diplomáticas.
Onhon fue recibido por la directora general de Relaciones Bilaterales con Países de la Unión Europea, Países Candidatos y Países del Espacio Económico Europeo, María Victoria Morera.
Ante la ausencia de respuesta por parte de las autoridades turcas, el Gobierno español reiteró en septiembre de manera formal su protesta por la deportación de Yubero y su petición de explicaciones, que España sigue esperando de Ankara.
Este lunes pasado, la organización en defensa de la libertad de prensa, Reporteros sin Fronteras, pedía en un informe al Gobierno español que se implicara de manera "urgente" en la protección y defensa de los periodistas españoles en Turquía.
CASOS ANTERIORES
El de Yubero no ha sido el único caso de periodistas españoles a los que Turquía ha impedido u obstaculizado ejercer su trabajo. En octubre de 2015, otra periodista, la colaboradora de 'El País' Natalia Sancha, con base en Líbano, fue igualmente detenida y expulsada del país.
Sancha fue interceptada en el aeropuerto de Estambul cuando se disponía a viajar a Diyarbakir (región kurda de Turquía), donde se celebraban elecciones. Sin embargo, ella ha declarado que su intención era visitar a unos amigos como turista, no como reportera.
Según ha declarado Sancha a RSF, un "supuesto jefe de seguridad" le explicó que sería deportada porque "constituía una amenaza para la seguridad pública por el mero hecho de viajar a una ciudad como Diyarbakir, donde todos los habitantes, según él, eran terroristas".
En el caso particular de Sancha, la diplomacia española hizo varias gestiones para intentar obtener explicaciones de lo sucedido, además de enviar a las autoridades turcas una nota verbal (escrito que supone la vía de comunicación formal entre Embajadas) de protesta y pedir las oportunas explicaciones.
El colaborador habitual de 'El Mundo' en Turquía, Lluis Miguel Hurtado, también ha denunciado a Reporteros sin Fronteras haber recibido un toque de atención de las autoridades turcas por su tratamiento del problema kurdo.
En abril pasado, fue interceptado por tres agentes en el aeropuerto de Sabiha Gökçen de Estambul. Como a Natalia Sancha, a Hurtado le aislaron en una sala del aeropuerto y le arrebataron el móvil, que estaba usando para alertar a sus compañeros.
"Siguió un interrogatorio bastante ridículo, en el que intentaban buscar mis filias con el partido kurdo HDP, a cuyos líderes he entrevistado dentro y fuera del país. Les di sus nombres. Me registraron toda la maleta y, al cabo de veinte minutos, me dejaron marchar. Yo lo interpreto como un toque de atención, como un aviso de que me vigilan y de que tenga cuidado con el tema kurdo. Si hubiesen encontrado cualquier irregularidad administrativa, me habrían deportado", asegura a RSF.
Fuentes diplomáticas han declarado a Europa Press que este incidente de Hurtado también fue seguido por la Embajada española, que le ha ayudado siempre en todas sus gestiones ante las autoridades turcas, tanto en lo referido a su acreditación como corresponsal español como en la entrega de toda la información que ha solicitado de la misión en cada momento.