MADRID 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
La futura ley de libertad sexual que otorga al consentimiento expreso un papel central a la hora de distinguir las relaciones sexuales consentidas de una agresión ha vuelto a evidenciar los roces en el seno del Gobierno entre los ministros del PSOE y los de Unidas Podemos.
Con la aprobación este martes por el Consejo de Ministros de la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, el Ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero se apunta el tanto de cumplir su promesa de tener aprobado el anteproyecto antes de la fecha simbólica del 8 de marzo, Día de la Mujer, como marcaba el compromiso que sellaron Unidas Podemos y PSOE antes de conformar el Gobierno de coalición.
Los miembros socialistas del PSOE no compartían esas prisas y no descartaban la opción de incorporar el 'sólo sí es sí' en una reforma más amplia del Código Penal, un escenario que el departamento de Montero rechazaba de manera rotunda.
La disputa entre los socios de coalición por la ley de libertad sexual afloró a mediados del mes pasado cuando desde Podemos culpaban directamente al ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, de bloquear la aprobación del anteproyecto. Desde el departamento que dirige el ministro socialista se defendían indicando que ellos sólo estaban aportando su "criterio técnico" para conseguir "la mejor ley para todos".
Y desde la vicepresidencia primera que dirige Carmen Calvo deslizaban que si Igualdad quería impulsar la norma lo que tenía que haber hecho era llevar su borrador de anteproyecto a la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios, el órgano que se encarga de preparar los Consejos de Ministros y donde cada Ministerio presenta sus observaciones.
La polémica la intentó zanjar la Secretaría de Estado de Comunicación con una nota en la que aclaraba que la ley de libertad sexual estaría lista antes del 8 de marzo.
Sin embargo, aunque se intentó, ese comunicado no marcó un punto y final en la pelea entre los socios de coalición por este tema. En vísperas de la aprobación por el Consejo de Ministros, desde Podemos hicieron notar su malestar por las trabas de Justicia y la Vicepresidencia Primera.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la titular de Igualdad, Irene Montero, ha evitado expresamente entrar en las discrepancias entre los socios de coalición que, en su opinión, deben quedarse en el interior de la sala del Consejo de Ministros.
IGLESIAS ESTALLA CONTRA CAMPO POR LAS "EXCUSAS TÉCNICAS"
Pero el vicepresidente segundo y líder de su partido, Pablo Iglesias, no ha podido contenerse al ser preguntado en el Senado por las dudas técnicas que desde Justicia y la vicepresidencia que dirige Carmen Calvo se tenían del borrador remitido desde Igualdad. "En las excusas técnicas hay mucho machista frustrado", ha estallado.
Los ministros del PSOE no han querido reabrir la polémica y han preferido guardar silencio para zanjar cuanto antes una imagen de división que no les beneficia.
Precisamente para prevenir este tipo de polémicas dentro del Gobierno e intentar que no trasciendan a la opinión pública en la medida de lo posible, PSOE y Podemos acordaron unos mecanismos para coordinarse mejor y anticipar las posibles discrepancias que en este caso no han funcionado.
Además de la polémica a cuenta de la ley de libertad sexual, Unidas Podemos y el Ministerio del Interior mantienen abierta su disputa por las llamadas 'devoluciones en caliente'. Mientras que desde el departamento que dirige Fernando Grande Marlaska se recuerda que estos rechazos en frontera son correctos en tanto en cuanto los siga permitiendo la ley, los morados advierten de que vulneran los Derechos Humanos y hay que prohibirlas.