MADRID, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
ETA ha hecho público un documento en el que anuncia que continúa con el sellado e inventariado de armas y señala que el pasado enero concluyó de "forma total" estas labores en torno a un lote de material.
La banda, no obstante, no ofrece más datos, según el resumen del texto de los terroristas que avanza el diario 'Gara' en su edición de este jueves, en el que tampoco se aporta información sobre una posible entrega.
En este texto insiste en censurar las actividades del grupo disidente minoritario Amnistia Ta Askatasuna (ATA), contrario a las tesis oficiales de la izquierda abertzale sobre los presos y a favor de una amnistía total sin salidas individuales ni acogerse a beneficios penitenciarios, como sostiene Sortu desde finales del año pasado. ETA deja claro que ese grupo no cuenta con su apoyo y genera división.
El documento, datado en febrero y de doce folios de extensión, se presenta como una comunicación interna ("Barne Komunikazio Orokorra" en euskara, idioma en el que está escrito el texto).
EL SELLADO SE HA RALENTIZADO
Sobre este sellado de armas, iniciado en 2014, ETA afirma que no se ha interrumpido, pero sí se ha ralentizado "por cuestiones obvias". En ese año ETA escenificó una pírrica entrega de armas con la presentación de un vídeo en el que se veía a varios miembros de ETA introduciendo armas en una caja de cartón ante dos representantes de la Comisión Internacional de Verificación que, según reconocieron posteriormente, ni siquiera se llevaron el material, sino que se lo quedaron los integrantes de la banda..
ETA insiste ahora en que su objetivo es llevar ese inventariado y sellado a un nivel suficiente que le permita acometer nuevos pasos con el concurso de agentes vascos e internacionales. Según avanza 'Gara', la banda armada entiende que, en la resolución del conflicto, se debe avanzar en el conjunto de la agenda y en cada uno de sus puntos, sin que descarte para ello mantener contacto, "de forma directa o indirecta", con los gobiernos.
Asimismo, también hace referencia a las últimas operaciones policiales y reconoce el importante daño que le han producido, aunque subraya que "la organización es aún capaz de mantener sus compromisos y seguir con el proceso, gracias a las medidas adoptadas en 2013 (año en el que el Gobierno del Partido Popular rechazó mantener un diálogo con la cúpula etarra en Noruega) y a los apoyos y recursos obtenidos en el cambio de ciclo".
SUS INTERLOCUTORES, EN PRISIÓN
Confirma como interlocutores a los últimos jefes de la banda detenidos en la 'Operación Pardines' de la Guardia Civil, Iratxe Sorzabal y David Pla, aunque admite que "es evidente que tener a dos interlocutores en prisión condiciona la situación, por lo que, para poder responder debidamente a los compromisos y quehaceres, es posible que la delegación se amplíe". Según dice, ya ha informado de este extremo a la Comisión Internacional de Verificación y otros agentes.
Sobre su línea de actuación, ETA avala el último proceso de reflexión interna emprendido por la izquierda aberztale, Abian, en el que aboga por un mensaje más social en detrimento de las exigencias independentistas de máximos.
En relación a los presos, culpa al Gobierno no tener "la menor intención" de abordar esta cuestión y que tanto España como Francia pretenden bloquear la situación de lo que ellos denominan "las consecuencias del conflicto" (desarme, presos y salida de las fuerzas de seguridad del País Vasco y Navarra).
ETA afirma que, aunque hay un "amplia" mayoría social a favor de "los derechos de los represaliados" y se han dado "acontecimientos importantes", hay una cierta "incapacidad" de desarrollar toda una línea de actuación.
La banda armada añade también que el Estado y también el PNV buscan provocar "contradicciones y desorientación" en las bases de la izquierda abertzale, aprovechando esta cuestión, por lo cree que se debe escapar "de esa trampa".
ETA, que apuesta por acometer el proceso político general -proceso independentista- para desarrollar, en ese contexto, el trabajo por los presos, asegura que hay tres retos como son fortalecer el "proceso popular global", desarrollar el ámbito judicial y constituir un movimiento social cada vez más amplio "a favor de la excarcelación".