MADRID 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
La etarra Ainhoa García Montero ha reconocido este lunes en el juicio que se ha celebrado en su contra en la Audiencia Nacional que fue la autora del asesinato del empresario vasco José Maria Korta en agosto de 2000 mediante la detonación de un coche bomba.
"¿Reconoce usted los hechos que están narrados en el escrito de acusación?", le ha preguntado el fiscal Carlos García Berro. "Sí", ha contestado la acusada.
Inicialmente, la Fiscalía solicitaba que fuese condenada a 30 años y 6 meses de prisión. Finalmente, ha instado a que se le condene a 26 años y 9 meses de cárcel por un delito de homicidio terrorista y otro de falsificación de documentos.
Además, ha solicitado que se prohíba a García Montero aproximarse tanto a la viuda como a los hijos del empresario asesinado así como a la localidad de Zumaya.
La Fiscalía sostenía en su escrito de acusación que García Montero formaba parte del comando Buruntza/Zartako de la organización terrorista ETA. Así, y "en unión de otras personas, resolvió dar muerte a José María Korta, a la sazón propietario de la empresa Korta, ubicada en el polígono industrial Gorostiaga de la localidad guipuzcoana de Zumaia".
Después de que a García Montero le fuese facilitado un coche que fue robado previamente por miembros del comando Erezuma, ésta habría sustituido "las matrículas originales por otras confeccionadas con letras y números de material plástico adherido sobre placas en blanco y colocó en dicho turismo un artefacto compuesto por entre 15 a 20 kilos de gelatina explosiva o dinamita tipo goma, que ubicaron dentro de una tartera en el maletero, y un sistema de ignición eléctrica, que dispusieron en la guantera conectado con la antena del vehículo".
El 8 de agosto del año 2000, la acusada y otro etarra ya condenado, según la Fiscalía, trasladaron el coche al aparcamiento situado frente a la fachada principal de la empresa Korta, en concreto al lado del vehículo utilizado por el empresario.
"Sobre las 12.15 horas y cuando José María Korta salió del edificio de la empresa y subió al Audi, la procesada y otra persona ya condenada por estos hechos, empleando un radio mando y desde la carretera GI-3760, obrando con perfecta visión sobre el aparcamiento, hicieron detonar el explosivo que alcanzó a su víctima, causando su fallecimiento escaso minutos más tarde", relataba el escrito del fiscal.