MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
El ex fiscal Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo ha calificado de "parafascista" la concentración celebrada este lunes para apoyar al expresidente catalán Artur Mas ante su declaración judicial por la organización del 9N y se ha referido a él como un "supuesto caudillo que quieren crear".
Es más, ha lamentado que en Cataluña ya son "frecuentes estos movimientos de tipo parafascista" que se producen "en torno a esta especie de pequeños caudillos como Artur Mas u otros parecidos cuando hay requerimientos judiciales ante la comisión de presuntos delitos que, por otra parte, son evidentes".
No obstante, ha dejado claro que, aunque hubiera en la calle "más o menos miles de personas", lo importante es que "se ha impuesto el Estado de Derecho, el juicio ha comenzado y se está celebrando con absoluta normalidad".
En declaraciones a La Sexta, recogidas por Europa Press, ha valorado como "un signo de normalidad democrática" que haya un juicio y un tribunal capaz de llevarlo a cabo por delitos presuntamente cometidos por miembros de un gobierno de Cataluña. Así, cree que "lo que ocurra en la calle" es "un acontecimiento externo" que no va a influir "bajo ningún concepto" en el tribunal.
"Es una forma de presionar a las instituciones democráticas como el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, en un clima evidentemente coactivo, esa presión coacción creo que sólo puede tener una lectura, un carácter fascista", ha proseguido Villarejo.
Es más, cree que lo que hacen Mas "y sus correligionarios" cada vez que les cita un tribunal es algo parecido a lo que hizo el presidente estadounidense Donald Trump cuando insultó a la juez federal que suspendió el veto migratorio.
De este modo, Villarejo, que colaboró con Podemos en los inicios del partido morado, ha dejado claro que discrepa de lo que opina de este asunto Pablo Iglesias. Éste consideró la manifestación como algo normal en una democracia y criticó que se juzgase a Mas por poner las urnas.
SÍ HAY MATERIA QUE JUZGAR
En cambio, el ex fiscal cree que el Gobierno de Artur Mas y, en general, los independentistas están incurriendo en "atropellos", "abuso de las leyes" y "sometimiento de la ley a la voluntad política".
Así, ha opinado que si Mas no quiso responder a las preguntas del fiscal es porque el auto de acusación de la Fiscalía está bien fundamentado y pone de manifiesto que el 9N no fue una reunión de voluntarios sino que hubo una "organización formal, oficial", con múltiples facturas a grandes empresas y un coste de 5 millones de euros.
También ha reconocido que la actitud de los dirigentes de CDC le recuerda a la que tuvo en su día el presidente catalán Jordi Pujol cuando él quiso investigarle por la quiebra fraudulenta de Banca Catalana: "Salió a hablar de ética cuando ya llevaba cuatro años defraudando a la Hacienda Pública española".
"Al final terminan envolviéndose en la bandera, me da igual una que otra. La senyera me merece le respeto que me merece; la otra (la estelada), que es de un partido, no me merece ningún respeto", ha añadido.