Miguel Ángel Blanco, edil del PP de Ermua asesinado por ETA en 1997
FUNDACIÓN MIGUEL ÁNGEL BLANCO
Actualizado: lunes, 10 julio 2017 12:28

MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de Ermua Carlos Totorika ha recordado este lunes el sentir de la sociedad española y su reacción ante el asesinato del concejal del PP Miguel Ángel Blanco en esa localidad a manos de la banda terrorista ETA en 1997: "Estábamos hartos de tanto miedo, tanta parálisis y tanto dolor. (...) Tuvimos claro que teníamos que pelearnos con ETA", ha subrayado haciendo hincapié en la gran movilización ciudadana que hubo tras la muerte de Blanco.

En una entrevista en Antena 3 recogida por Europa Press, el alcalde de Ermua, ha asegurado que promovió esas movilizaciones al considerar que los ciudadanos debían defenderse de ETA, "pero no dándole la razón y cediendo al chantaje". En otra entrevista en Onda Cero ha afirmado que "el espíritu de Ermua" fue como "una terapia grupal" en la que todos los vecinos pudieron "contestar" a ETA y "dejar atrás el silencio que habían llevado hasta entonces".

Carlos Totorika sostiene que entonces apostó por "intentar" unir a la población y hoy afirma que "el combate" contra una organización terrorista no se hace "dándole la razón sino descubriendo que son asesinos y que atacan a los derechos de cualquier persona". En ese sentido, ha confesado que a los vecinos de Ermua se les "señalaba" en Euskadi como "españoles", algo que vivieron como un "estigma".

Totorika ha asegurado que todos los vecinos de la localidad entendieron con el secuestro de Miguel Ángel Blanco que "ETA no podía permitirse el lujo de ir quitando personas de en medio matándoles" y ha admitido que por eso España empezó a defender "el valor de los derechos humanos, a la vida y la libertad de expresión".

"Conseguimos levantarnos del suelo y plantearle a ETA que no nos íbamos a callar", ha afirmado en otra entrevista en la Cadena SER. En ese sentido, a su juicio "la clave" fue "superar el miedo": "Estábamos todos en casa, con rabia, pero sin hacer nada. Con las movilizaciones cada uno superó el miedo, se sintió más digno", ha asegurado.

El regidor considera que tras el asesinato de Blanco se "dio una vuelta al discurso político" pero lamenta que esa nueva convivencia "requirió años": "Yo he visto el odio en los ojos de muchas personas. Son asuntos difíciles de darles la vuelta. El odio todavía existe", ha dicho aunque recordando que se ha "avanzado muchísimo".

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