Reconoce que sabía que el referéndum estaba prohibido pero que él pagó los gastos de su visita
MADRID, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
El exdiputado alemán Bernhard Felix Von Grünberg, que estuvo presente en Cataluña en la jornada del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 como miembro de un grupo de extranjeros al que acompañaban asesores del Consejo de Diplomacia Pública de Cataluña (Diplocat), ha reconocido este miércoles ante la sala que juzga el 'procés' en el Tribunal Supremo haber mantenido un contacto "frecuente" con la expresidenta del Parlament Carme Forcadell en los últimos años, así como encuentros con el exconsejero de Exteriores Raül Romeva, el expresidente Carles Puigdemont y anteriores presidentes de la Generalitat.
El testigo ha realizado estas manifestaciones a preguntas del abogado de la acusación popular que ejerce el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, añadiendo sobre Forcadell --para quien se piden 17 años de cárcel por el delito de rebelión-- que le había "conmovido" especialmente su actuación y tareas al frente de la Cámara catalana. Repreguntado por la abogada Olga Arderiu, que representa a la expresidenta, Von Grünberg no ha podido precisar si dichos encuentros se produjeron en las jornadas previas al 1-O, ya que esos días vio a muchas personas.
Von Grünberg ha comparecido en calidad de testigo a propuesta de las defensas de los acusados Oriol Junqueras, Raül Romeva y Jordi Cuixart, pero han sido los interrogatorios de la fiscal Consuelo Madrigal y de la abogada del Estado Rosa María Seoane los que han permitido sacar a la luz la relación del exdiputado con el Diplocat y asuntos referidos a aclarar el posible delito de malversación.
La declaración del testigo se ha extendido dos horas, ya que ha estado plagada de interrupciones, aclaraciones y repeticiones de preguntas porque ha comparecido en alemán y el tribunal ha podido saber lo que ha dicho a través de un traductor.
En una parte del interrogatorio de la fiscal, el exdiputado ha dicho que mantenía contacto habitual con el secretario general del Diplocat, Albert Royo, y que en el marco de esta relación salía frecuentemente a relucir el asunto catalán, razón que le llevó a tomar la iniciativa a querer viajar a Cataluña para el referéndum por su interés personal.
Madrigal ha preguntado a Von Grünberg si desde el Gobierno catalán le dijeron que la votación sería vinculante, a lo que ha respondido que "estaba informado de todo el trasfondo del asunto por los medios alemanes y por otras fuentes de información". A continuación, también ha reconocido que "tenía constancia" de que el Tribunal Constitucional había declarado ilegal la convocatoria y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) había ordenado cerrar colegios y requisar urnas. También supo que ese día "se cayó internet" y por eso se recurrió al censo electoral.
El testigo ha continuado afirmando que forma parte de un "proceso de normalidad democrática que las leyes sean declaradas inconstitucionales" en los países, pero el presidente del tribunal, Manuel Marchena, le ha interrumpido, haciendo constar que lo que se le piden son hechos y no valoraciones. Han sido varias las ocasiones en las que el magistrado le ha llamado la atención para pedirle que no comunique sus opiniones, sino únicamente lo que vio el 1-O.
A preguntas de las defensas, Von Grünberg, que fue diputado en el Parlamento de la región alemana de Renania del Norte-Westfalia, ha dicho que lo que ese día percibió en los colegios que visitó fue que la sociedad civil era la que estaba organizando la votación. Cuando la abogada del Estado le ha pedido una aclaración, ha manifestado que lo que le llevó a concluir esto fue que en los centros de votación no vio "un coordinador oficial", sino que "todos los ciudadanos" participaban "colaborativamente".
Además, ha subrayado que "los colegios habían sido ocupados la noche anterior" y las urnas también habían sido llevadas por ciudadanos. De este modo, ha explicado que no puede aportar ningún dato sobre posibles organizaciones que estuvieran al frente de la organización porque ninguna persona llevaba "indicativos".