MADRID, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -
El jefe de grupo de departamento de supervisión del Banco de España José Antonio Casaus ha afirmado este lunes ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que Bankia era "una máquina de perder dinero" y ha señalado que advirtió que la entidad acabaría siendo nacionalizada si ésta salía a Bolsa debido a su "inviabilidad".
Fuentes jurídicas de la acusación particular han explicado a Europa Press que Casaus ha ratificado ante el magistrado todo lo que ya dijo en 2010. En aquel momento subrayó las "deficiencias en la gestión del riesgo de crédito y control interno" de la entidad financiera, así como la inexistencia de "una política de refinanciación documentada y aprobada al nivel adecuado".
En este sentido, durante su declaración como testigo en el marco de la salida a Bolsa de Bankia en 2011, el que fue inspector de Bankia desde su creación ha señalado que ya antes de 2011 la entidad era una "máquina de perder dinero". Por ello, ha destacado que era "inviable" debido a que la generación recurrente de resultado era cero.
Además, ha asegurado que él advirtió de que la salida a Bolsa "no solucionaba los problemas" de la entidad y que sería nacionalizada si esto se producía. Casaus ha enfatizado que el grupo de cajas se encontraba en "un punto de no retorno" y ha confirmado que faltaban saneamientos en carteras como la hipotecaria y la crediticia, según han declarado las mismas fuentes.
CONFIRMA LAS PROVISIONES
Esta declaración se enmarca dentro de la ronda de testificales que llevó a cabo el magistrado entre el pasado 26 y 29 de julio, periodo en el que acudieron a la Audiencia Nacional el exdirector general de supervisión del BdE, Jerónimo Martínez Tello y el director general de Regulación y estabilidad financiera, Julio Durán.
También testificaron el director general adjunto de Supervisión del Banco de España, Pedro Comín, el inspector Pedro González, y el director general de Supervisión de la entidad, Mariano Herrera.
Todos ellos coincidieron en señalar que Bankia contaba con provisiones suficientes para hacer frente a eventuales contingencias y avalaron la declaración prestada el pasado mes de junio por el socio auditor de Deloitte, Francisco Celma, que señaló que había un 'colchón' que permitía hacer frente a eventuales contingencias y precisó que ascendían a 3.000 millones de euros.
Con respecto a esto, Casaus ha declarado que sí había provisiones para hacer frente a las futuras pérdidas, aunque ha matizado en que no puede asegurar que estas cantidades estuvieran contabilizadas ya que sus estudios tenían un carácter más "analítico".
Por último, ha reiterado que en el gobierno corporativo de Bankia existía un "déficit" debido al "carácter acentuadamente político" --tal y como expresó en 2010-- y por lo tanto, a su juicio, el Consejo de Administración era "mejorable".