Una directora de una oficina bancaria dice que Plazas le confirmó que Rato estaba detrás de las entidades que ingresaban dinero en Kradonara
MADRID, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un exemplado de Bankia, Manuel Garrido, ha explicado este jueves ante el tribunal que juzga al exministro Rodrigo Rato que realizó junto a su equipo un análisis de las diferentes propuestas de las agencias de publicidad para el lanzamiento de la marca 'Bankia' y llegaron a la conclusión de que la de Publicís era la adecuada por de las de "primera línea" era la que suponía "un ahorro".
Así se ha pronunciado en su declaración como testigo en esta nueva jornada del juicio contra Rato por el presunto incremento ilícito de su patrimonio en relación a las sospechas de Fiscalía de que el expresidente de Bankia hubiera cobrado indebidamente comisiones procedentes de los contratos de publicidad que la entidad bancaria firmó con las empresas Publicís y Zenith relativos a la fusión y salida a Bolsa de la entidad.
Según el escrito de Fiscalía, esas comisiones se habrían canalizado desde una sociedad interpuesta --Albisa-- propiedad de otro de los acusados, Alberto Portuondo, quien además había sido contratado como asesor en Bankia.
Garrido, que posteriormente salió de Bankia y fundó junto a otro exdirectivo de Bankia una suerte de consultoría para inversiones cuyo cliente era un gran fondo americano, ha señalado durante su declaración que en esa nueva aventura laboral ficharon como asesor externo al propio Rato y a otro de los imputados, exconsejero de Bankia y ex secretario de Estado de Hacienda José Manuel Fernández Norniella.
Pero sobre su labor de análisis para Norniella en su etapa en Bankia ha confirmado que tanto él como su equipo revisaron el las propuestas de lanzamiento de marca --incluida Publicís-- y supervisaron las partidas y compararon con lo que se había hecho con anterioridad, sobre todo en la extinta Caja Madrid.
Al hilo, ha matizado que de las propuestas que le llegaron solo se analizó las que eran de primera línea, por lo que de las tres sólo estudiaron la de Shackleton y la de Publicís, descartando Remo porque era una agencia pequeña.
"Analizamos más profundamente la de Publicís", ha señalado para luego apuntar que para determinar quienes eran de primera fila consultaban en fuentes abiertas determinados datos. Y ha subrayado que recomendaron a Norniella esa agencia porque "suponía un ahorro".
En este sentido, ha negado que le produjera extrañeza que se pactara una remuneración anual y con exclusividad porque era lo que se buscaba en esa época dado que "suponía o beneficio o ahorro de costes". Y ha recordado que la entidad tenía otras exclusividades como en limpieza, mudanzas o seguros.
En general, ha comentado al plenario que esa labor de revisión de propuestas tenía como finalidad ver si el proveedor era de primera línea, si el coste era adecuado a la propuesta y si la competencia hacía algo parecido.
Esos informes se presentaban a Norniella en 'powerpoint' usando los colores verde, amarillo y rojo --como un semáforo-- para que pudiera ir con una idea sobre la propuesta al Comité de Medios donde se iba a valorar.
Con todo, ha señalado que ni él ni el equipo en el que trabajaba recibieron indicación alguna sobre cualquiera de los análisis que realizaron, tampoco por parte de Rato.
Otra testigo, Elia Méndez, que trabajó para Comunicación de Bankia, ha explicado que en el momento del contrato de Publicís "muchas cosas venían dadas" por lo que no recordaba si en ese caso se estudiaron por parte de estamentos superiores otras opciones distintas.
SOLO PAGABA FACTURAS
En el día de hoy también se ha seguido avanzando en la parte testifical que tiene que ver con el entramado societario que habría permitido a Rato repatriar parte del dinero qu tenía en el extranjero.
Para ello, se ha interrogado a Esther López, otra de las empleadas del bufete Plazas Abogados --que está encausado también--, sobre la sociedad denominada Kradonara. Esa empresa, según sospecha Fiscalía, habría sido usada como vehículo para repatriar el capital.
Cabe recordar que el escrito de acusación de Anticorrupción indica que Rato mantuvo un patrimonio oculto a la Hacienda española a través de diversas sociedades extranjeras --Red Rose Investment, Red Rose Finantial, Wescastle y Vivaway--.
Asimismo, describe que para traer de vuelta el dinero a España, Rato habría contado con la colaboración de su excuñado Santiago Alarcó y del asesor fiscal Domingo Plazas --socio del bufete Plazas Abogados--. El primero habría manejado las cuentas en el extranjero y el segundo habría administrando la sociedad española Kradonara para organizar esa repatriación de parte de las cantidades blanqueadas gracias a cuentas omnibus tituladas por el trust gibraltareño Finsbury.
Asi las cosas, López ha reconocido que ella en calidad de persona que llevaba contabilidad en el despacho conocía que la sociedad Albisa --detrás de la cual estaba Alberto Portuondo-- pagaba facturas emitidas por Kradonara "por servicios de consultoría".
No obstante, ella no vio informes de esas consultorías que propiciaban que todos los meses en 2011 y 2012 Albisa abonara a Kradonara entre 40.000 y 50.000 euros como cantidad mínima. Y no los vio, ha explicado, porque no era su "labor" ver esos informes ya uqe ella "solo contabilizaba facturas".
RATO, TRAS LA ENTIDADES
Además de López, hoy ha declarado sobre ese entramado Teresa Zubizarreta, la que fuera directora de la oficina del banco Banif en la que tenía cuenta Kradonara, quien ha recordado que en conversación con Plazas --administrador de esa sociedad-- éste le confirmó que Rodrigo Rato era la persona que estaba detrás de las entidades que remitían dinero a la propia Kradonara.
Por otro lado, si bien ha señalado que debido al tiempo transcurrido no sabía si lo que recordaba era por haberlo vivido o por haberlo leído en prensa, sí ha indicado a preguntas de Fiscalía que recordaba que en una ocasión solicitaron a esa sociedad información por una transferencia que llegaba desde el extranjero.
"Siempre preguntábamos pero no recuerdo de cuánto era", ha indicado para luego negar que recordara una tras otra todas las transferencias que le ha mostrado la fiscal.