MADRID 13 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno no comparecerá en el Congreso de los Diputados para informar con carácter previo a los grupos de los asuntos que centrarán la cumbre europea del viernes en Bratislava, pero a cambio les ha invitado a un desayuno informal en el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación para compartir datos y escuchar sus posiciones.
El secretario de Estado para la UE, Fernando Eguidazu, ha citado a primera hora del jueves en la sede de Exteriores sita en Torres Agora (norte de la capital) a portavoces y vocales de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja, han informado a Europa Press fuentes parlamentarias.
Toda la oposición ha pedido formalmente que el presidente del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy, acuda al Congreso antes del viernes para informar de la posición que llevará España a la cumbre de Bratislava, la segunda que se celebra sin presencia del Reino Unido desde que los británicos decidieron en el referéndum del 23 de junio abandonar la UE.
Precisamente porque la cumbre de Bratislava se celebrará con la ausencia de un Estado miembro y en un formato informal, los jefes de Estado y de Gobierno no podrán adoptar decisiones jurídicamente vinculantes.
Después de que todos los grupos de la oposición exigieran a Rajoy acudir al Congreso antes de viajar a Bratislava, el PP, por boca de su portavoz parlamentario, Rafael Hernando, dejó la puerta abierta a que el secretario de Estado para la UE, Fernando Eguidazu, compareciese en el Congreso antes de la cita para informar sobre la reunión, como habitualmente se hace antes de cada Consejo Europeo.
Sin embargo, esta solicitud de comparecencia no se ha registrado. Desde el PP le han dicho a la oposición que la Comisión Mixta para la UE --donde se sustancian estas comparecencias del Gobierno previas a las cumbres europeas-- aún no está constituida, pero esta explicación no convence a todos. Ciudadanos, por ejemplo, cree que se podría convocar una comparecencia excepcional de la Comisión de Asuntos Exteriores, constituida este martes.
A VUELTAS CON EL CONTROL AL GOBIERNO
El problema que subyace de fondo es el conflicto que Gobierno y oposición iniciaron en la breve legislatura pasada respecto del control que puede ejercer o no el legislativo sobre un Ejecutivo en funciones y que terminó en el Tribunal Constitucional, que aún tiene pendiente dirimir la cuestión.
El Gobierno de Mariano Rajoy cree que el Ejecutivo en funciones no debe someterse al control de un Parlamento del que no tiene su confianza. Por eso ha venido rechazando que Rajoy o sus ministros comparezcan ante las Cortes para someterse al control de los grupos, un criterio que no comparte la oposición.
De manera "excepcional", según Moncloa, Rajoy terminó accediendo la primavera pasada a dar explicaciones sobre el controvertido pacto suscrito entre la UE y Turquía para frenar el flujo de refugiados y que España, como el resto de socios europeos, secundó. Pero lo hizo después de celebrado ese acuerdo.
También el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, compareció en febrero pasado para pedir la aquiescencia de la Cámara al acuerdo que España debía aceptar juntos a sus socios europeos para intentar convencer a Reino Unido de que permaneciese en la UE.
Un mes después, fue el secretario de Estado para la UE, Fernando Eguidazu, quien compareció para recabar la posición de la Cámara ante la postura que debía defender el Gobierno español en la cumbre europea que cerró el polémico acuerdo con Turquía para controlar la llegada de inmigrantes y refugiados a suelo europeo. En ambos casos, se trataba de cumbres formales de la Unión en la que se adoptaron decisiones de calado.