Exige "respeto" a sus rivales y llama a "olvidar la dialéctica del golpe en la mesa" en el discurso que antecede a su tercera investidura
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, ha convertido el discurso que antecede a su tercera investidura como presidente de la Xunta en una llamada al consenso al resto de fuerzas que componen el arco parlamentario del Pazo do Hórreo --En Marea, PSdeG y BNG-- y ha apuntado a cuatro cuestiones concretas: la financiación autonómica, el impulso del rural, el reto demográfico y el compromiso con que el AVE llegue a Galicia en 2018.
Envuelto en la bandera de "militante de Galicia", que le acompaña desde la campaña del 25-S, ha prometido "una mayoría abierta al acuerdo" pese a que la aritmética --tiene 41 diputados-- no lo exija. Lo hará, ha asegurado con leve emoción en la voz, porque aspira a responder a la confianza de los gallegos pudiendo "mirarles a los ojos" cada día de su mandato y cuando se vaya tras dar "todo" de sí para "cumplir con el mayor honor" de su vida: "Galicia, Galicia, Galicia".
Pese a la llamada al diálogo y las proclamas "por Galicia, para Galicia y en Galicia" con las que inició y finalizó su discurso, Feijóo no ha olvidado reivindicar la "excepcionalidad" de su mayoría absoluta en un escenario político estatal huérfano de ellas y ha exigido "respeto": no para él, para su Gobierno o el Grupo Popular en la Cámara, sino para la "mayoría de gallegos" a los que representa.
En la misma línea, ha aprovechado para afear a sus rivales "todas las decepciones acumuladas desde 2009" y ha sido especialmente duro con los "excesos" del que fuera portavoz parlamentario de Alternativa Galega de Esquerda (AGE) en el pasado mandato, el histórico Xosé Manuel Beiras, al que no ha mencionado expresamente.
De hecho, el primer gran aplauso de las bancadas populares en su más de hora y media de intervención lo arrancó de los suyos al proclamar que "quien desprecia a un representante del pueblo" en la Cámara autonómica "se desprecia a sí mismo" pero, sobre todo, "está despreciando al pueblo". Por ello, ha apelado a pasar la página, bajo la premisa de que Galicia "es de todos".
Así, con los "pecados" que los grupos "pudieron cometer" entre las paredes del Pazo do Hórreo "ya expiados" en las urnas, ha insistido en que plantea una mayoría "abierta a todos los gallegos y a todos los miembros de la Cámara", a los que ha llamado a "trabajar juntos" por encima "de filias y fobias personales" y de "luchas partidistas".
"Olvidemos la dialéctica del aplauso fácil y del golpe en la mesa para que el único gesto que sirva sea el que mejore la vida de nuestros conciudadanos, y para que el 'qué' sustituya al 'quién' cada vez que nos preguntemos por el sentido de nuestro voto en este Parlamento", ha reclamado para la X Legislatura, la primera que prevé expansiva desde 2009, cuando llegó a San Caetano.
"LA LEGISLATURA DEL SECTOR PRIMARIO"
En el foco del consenso ha situado, en primer término, el medio rural. Y es que Feijóo ve necesario "un pacto estable" y "unidad de esfuerzos" para que, igual que la anterior legislatura fue "la del naval o de la automoción", ésta sea "la legislatura del sector primario". "Ni queremos ni debemos olvidar esta parte de nosotros", ha reivindicado Feijóo, quien suele apelar en sus discursos a sus orígenes rurales.
Como medidas prioritarias, ha avanzado el reconocimiento de la figura del silvicultor activo, con el fin de "diferenciar y reconocer" a los propietarios que gestionan sus propiedades forestales, y también ha urgido la "reestructuración de la propiedad". Además de la concentración parcelaria, se impulsará la redacción de los planes de ordenación de recursos forestales, que establecerán orientaciones a nivel de distrito y definirán "con detalle" los terrenos forestales.
El objetivo es que, tanto a través de las concentraciones tradicionales como con agrupaciones y permutas que surjan de la iniciativa privada, se pueda ordenar en esta década la propiedad de más de 130.000 familias gallegas. "Y lo más importante, que seamos capaces de ordenar la propiedad en el 36 por ciento de los municipios gallegos que tienen actividad agrícola, ganadera o vitivinícola", ha enfatizado.
Al tiempo, Feijóo ha avanzado un fuerte impulso a los deslindes de montes vecinales mancomunados y el establecimiento de acuerdos entre ellos. Su admisión de la "deuda" pendiente con el rural y su intención de que sea prioritario esta legislatura, junto con la fijación de retos específicos para "la Consellería do Mar", dan a entender que su intención es mantener la autonomía de ambos departamentos en la estructura del nuevo Gobierno que concretará el domingo.
RETO DEMOGRÁFICO, FINANCIACIÓN Y AVE
En relación con el impulso del rural --uno de los proyectos prioritarios en los presupuestos del próximo ejercicio será un programa de emprendimiento y formación en el mismo--, ha situado la necesidad de afrontar el reto demográfico desde la "unidad" de las fuerzas políticas, toda vez que se trata de "un desafío que no entiende de colores políticos" y "toca a todos por igual".
Tras apostar por promover "las respuestas intergeneracionales a los problemas de Galicia", ha augurado que "la demografía será un asunto central" en lo que resta de década y de la próxima. "Encontrar respuestas no es tarea solo del Gobierno, sino de toda la sociedad gallega y de los 75 diputados de esta Cámara, que conjuntamente deberemos seguir promoviendo el debate de este asunto en todos los foros nacionales y europeos que sea preciso", ha remarcado.
El respaldo del resto de grupos lo buscará también Feijóo para defender en el Estado "una posición de Galicia" en el debate de la financiación autonómica, que ha pedido mantener al margen de polémicas identitarias. Confía "plenamente" en que primen las necesidades de los ciudadanos frente a "pretensiones soberanistas" y ha recordado que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, asumió compromisos como la creación de un Fondo de Cohesión Demográfica.
"Frente a un esquema a medida de tal o cual comunidad, quiero que Galicia sea portavoz de Galicia y defienda una posición igualitaria de todos los ciudadanos. Lo haremos con contundencia, pero con lealtad al Estado del que formamos parte", ha adelantado Feijóo.
También ha apelado a contar con el apoyo de todos los grupos para defender que Galicia "no puede pagar con el AVE pendiente desde hace décadas" ni los "privilegios presupuestarios que "algunos quieran obtener" ni la "factura de la parálisis" de un año en funciones. Las prioridades: mantener el compromiso de la conexión con la Meseta en 2018 e impulsar el AVE a Lugo.
"Militante" de Galicia, también ha pedido a sus rivales que se sumen a esta "militancia" para afrontar otros retos, como el impulso del gallego, sobre todo entre los jóvenes.
TERCER DISCURSO DE INVESTIDURA
El de Feijóo ha sido su tercer discurso de investidura en un pleno que culminará con una segunda sesión el jueves, en la que previsiblemente será ratificado como presidente de la Xunta con la mayoría absoluta de sus 41 diputados y el 'no' de la oposición.
En la tribuna le han escuchado el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva; la expresidenta del Parlamento Pilar Rojo; la presidenta del Consello Económico e Social (CES), Corina Porro, y dirigentes locales y provinciales del PP, fundamentalmente.
La jornada ha transcurrido con normalidad y la ausencia de dos diputados: la socialista María Pierres, que no pudo participar en la sesión por causa de su reciente maternidad y ha pedido delegar el voto para el jueves en Abel Losada; y el popular Daniel Varela, que no acudió por motivos familiares, aunque está previsto que sí pueda estar en la votación.