Josefina Blanco - Europa Press
MADRID, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
El expresidente del Gobierno Felipe González ha hecho este miércoles una defensa pública del Rey Felipe VI por su discurso del 3 de octubre de 2017, justo después del referéndum independentista en Cataluña.
Para González, aquel era un "momento decisivo" en el que fue importante escuchar la voz del Jefe de Estado. "No Podemos presenciar que un representante del Estado se sienta contra el Estado con intención. De destruirlo", ha dicho.
González ha sido el encargado de hacer la 'laudatio' de Felipe VI durante la ceremonia e entrega del Premio Mundial Paz y Libertad (World Peace and Liberty Award) de la Asociación Mundial de Juristas, con motivo del Congreso que celebra en Madrid.
Para el expresidente socialista, las críticas que ha recibido el Rey por su papel en Cataluña esconden en realidad "la no aceptación de que hay un demos soberano", que es el conjunto del pueblo español, para decidir el futuro de España.
En línea con la declaración que han aprobado los juristas en su Congreso, ha advertido de que "fuera del marco constitucional es mentira que se ejerza la democracia". "Es un engaño, aunque tenga algún recorrido", ha dicho el expresidente, durante un acto que se celebra de manera paralela al juicio a los acusados del proceso independentista catalán.
González también ha remarcado lo "resistente y resiliente" que es la Constitución, española, que ha sido "capaz de aguantar las andanadas que recibe", incluidas las "completamente injustificadas contra la jefatura de Estado".
Aunque ha dejado claro que él no se cierra a una reforma de la Constitución, también cree que en estos tiempos no es fácil lograr consensos como el que sería necesario para ello.
Y eso que, está convencido, las aspiraciones de la sociedad y su clima están "mucho más tranquilos que las agitaciones de la superficie".
Además, ha incidido en que se trata de la primera Constitución pactada desde 1812 y que "reconoce España como es", con su pluralidad y diversidad. Pero ha advertido de que la descentralización territorial basada en la Constitución no es "centrifugación" y, además, debe ejercerse con lealtad constitucional.
Según González, nunca como en la democracia actual ha tenido España una jefatura de Estado "más claramente comprometida" con los valores constitucionales de democracia, derechos, pluralismo y diversidad, y respetando "lo que decide el soberano", el pueblo.