Aboga por "renunciar al conformismo y la resignación" para que España siga avanzando
MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Rey Felipe VI ha afirmado este jueves que los poderes públicos tienen el "deber moral" de luchar contra la crisis económica y sus consecuencias y de proteger a las familias que se encuentran en una situación vulnerable como consecuencia de la misma, además de transmitir un "mensaje de esperanza" a los ciudadanos.
En el discurso que ha pronunciado en el Congreso de los Diputados tras ser proclamado Rey, Felipe de Borbón ha dedicado unas palabras a "todos aquellos ciudadanos a los que el rigor de la crisis económica ha golpeado duramente hasta verse heridos en su dignidad como personas".
Con ellos, los poderes públicos tienen "el deber moral de trabajar para revertir esta situación y el deber ciudadano de ofrecer protección a las personas y a las familias más vulnerables", ha subrayado.
Asimismo, ha subrayado "la obligación de transmitir un mensaje de esperanza, especialmente a los jóvenes, de que la solución de sus problemas y en particular la obtención de un empleo, sea una prioridad para la sociedad y para el Estado".
NUEVAS OPORTUNIDADES DE PROGRESO
Para mejorar la situación del país, el Rey ha abogado por "renunciar al conformismo y a la resignación", compartir una "visión renovada" de los intereses y objetivos comunes y adaptarse a la realidad de cada tiempo, porque "los grandes avances de España" se han producido cuando se actuado de esa manera.
"Nuestra Historia nos enseña que los grandes avances de España se han producido cuando hemos evolucionado y nos hemos adaptado a la realidad de cada tiempo, cuando hemos renunciado al conformismo o a la resignación y hemos sido capaces de levantar la vista y mirar más allá --y por encima-- de nosotros mismos, cuando hemos sido capaces de compartir una visión renovada de nuestros intereses y objetivos comunes", ha afirmado.
El monarca se ha referido a las "profundas transformaciones" que se han producido en los últimos tiempos y que, si bien generan "inquietud, incertidumbre o temor" en los ciudadanos, también "abren nuevas oportunidades de progreso".
Para afrontar los retos que se presentan y que, a su juicio, afectan a la "convivencia", ha pedido el concurso tanto de los poderes públicos como de los ciudadanos, "de su impulso, su convicción y su participación activa", porque esta tarea requiere "un profundo cambio de mentalidades y actitudes", así como "valentía" y "responsabilidad".
Según el Rey, para garantizar el bienestar es necesario "situar a España en el siglo XXI", que es "el siglo del conocimiento, la cultura y la educación". En este contexto, ha defendido el impulso de las nuevas tecnologías, la ciencia y la investigación, que son "las verdaderas energías creadoras de riqueza".
Además, ha recalcado la importancia de fomentar la innovación, la capacidad creativa y la iniciativa emprendedora como "actitudes necesarias para el desarrollo y el crecimiento". Todo ello "es imprescindible para asegurar el progreso y la modernización de España y nos ayudará, sin duda, a ganar la batalla por la creación de empleo, que constituye hoy la principal preocupación de los españoles", ha añadido.