Ni Fernández Díaz ni De Alfonso pidieron la reunión de las grabaciones: señalan al 'número dos' de la Policía

MADRID 5 Abr. (EUROPA PRESS) -

El exministro Jorge Fernández Díaz y el que fuera director de la oficina Antifraude de Cataluña, Daniel De Alfonso, han negado en el Congreso haber pedido la reunión que ambos mantuvieron en octubre de 2014 y cuyas grabaciones desataron la polémica sobre el supuesto uso partidista del Ministerio del Interior. Según apuntan, fue idea de la cúpula policial.

En sus comparecencias ante la comisión de investigación del Congreso, De Alfonso ha asegurado este miércoles que él fue invitado al Ministerio del Interior y le pareció pertinente reunirse con el entonces ministro.

La cita se la propuso el inspector de policía José Angel Fuentes Gago --jefe de Gabinete del entonces director general operativo, Eugenio Pino-- y fue este funcionario policial quien le acompañó en Interior hasta que llegó otra persona que le llevó a la sala donde habló con Fernández Díaz. De Alfonso ha detallado que conoce a Fuentes Gago desde hace muchos años, que siempre le ha tenido "mucho aprecio" y "nunca" ha "sospechado nada de él".

Por su parte, el exministro ha explicado que no duda de la palabra de De Alfonso desmarcándose de la organización de la reunión, pero también ha pedido que no se dude de su afirmación: "Yo no pedí ese encuentro", ha remarcado.

Según ha relatado, quien le ofreció la entrevista fue el entonces 'número dos' de la Policía, el citado Eugenio Pino, que le comentó que sería conveniente y oportuno recibir a De Alfonso. Ahora "todo el mundo acierta la quiniela", pero ha subrayado que, en su momento, no dudó en recibirle al tratarse de "una autoridad pública" de Cataluña, que tiene como objeto luchar contra la corrupción y que es magistrado.

La reunión se fija para el 2 de octubre de 2014 y hubo una segunda cita dos semanas después, ambas en el Ministerio del Interior.

Fernández Díaz ya no volvió a hablar con De Alfonso en su condición de director de la oficina Antifraude, pero aquellas dos conversaciones se grabaron y la difusión de su contenido desató la polémica sobre supuestas operaciones policiales, judiciales y mediáticas contra partidos de la oposición, un caso que ha desembocado en la comisión de investigación que ha arrancado este jueves.