MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha descartado este martes cualquier vinculación directa o indirecta de ETA con los atentados del 11 de marzo de 2004, basándose en la información de que él dispone actualmente y también en la "exhaustiva investigación" judicial.
Además, ha afirmado que la fecha para cometer el atentado no fue elegida por cercanía a las elecciones generales del 14 de marzo, sino por su relación con los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos --cuatro aviones, cuatro trenes, 911 días entre ambas fechas--. Y ha puntualizado que la hemeroteca de la época muestra que la fecha probable de las elecciones en los meses anteriores era el 7 de marzo, no el 14.
Fernández Díaz se ha expresado así en declaraciones a la Cope recogidas por Europa Press en las que ha afirmado que "la verdad judicial" sobre el atentado, aunque no sea la "absoluta", debe "prevalecer mientras no se demuestre lo contrario".
Para el ministro, está claro que la investigación debería reabrirse si apareciesen "hechos nuevos" que mereciesen la consideración de un juez. Sin embargo, ha incidido en que, en 10 años de operaciones contra ETA, no han "aparecido vínculos" que puedan acreditar una "relación suficiente" entre ETA y el grupo que "estuvo en la génesis" del atentado que permitan abrir otra línea de investigación.
SOBRE BERRAJ: "LO QUE PUEDO SABER NO LO DEBO DECIR"
Además, ha asegurado que el Gobierno seguirá trabajando para impedir que cualquiera que "pueda aportar luz o que tenga responsabilidad en algún grado quede impune". Ha respondido así preguntado en concreto por Said Berraj, el único sospechoso que no ha sido detenido ni murió con el comando suicida de Leganés, pero ha sido críptico sobre las investigaciones: "Lo que puedo saber no lo debo decir".
Con todo, considera "normal" que 10 años después de los atentados "se siga especulando" sobre quién estuvo "detrás" de sus autores materiales , sobre todo por la fecha en que se produjo y "las consecuencias políticas que trajo".
¿QUIÉN MATÓ A KENNEDY?
Incluso ha justificado ese "sentir colectivo" aludiendo a las especulaciones que todavía persisten sobre el asesinato del presidente de Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy en 1960 o el del general Prim en 1870.
Fernández Díaz cree que, 10 años después, se puede llegar a "algunas conclusiones", pero reconoce que aún no ha "cicatrizado del todo" la herida sobre la autoría del atentado, que "marcó toda la legislatura 2004-2008".
Según su análisis, todo el mundo, él incluido, pensó en un primer momento en ETA y fue la proximidad de las elecciones lo que hizo que "lo que tenía que haber sido un sentimiento de unidad frente a los terroristas se convirtiera en una fractura de la sociedad, vinculando los atentados a la presencia de tropas españolas en la guerra de Irak".
En opinión del ministro, "aporta mucha luz" sobre el atentado el último libro del experto Fernando Reinares, que lo considera no una respuesta a la guerra de Irak sino a la desarticulación de la célula de Abu Dadah en 2001, la llamada 'operación dátil'. Fernández Díaz ha recordado cómo aquélla fue desacreditada como "operación Dixan" cuando en realidad debió servir para dar crédito a la amenaza sobre España, llamada Al Andalus por los yihadistas.
SALIDA DE PRISIÓN DE ZOUHIER
Por otro lado, ha afirmado que su Ministerio trabaja para que el condenado por facilitar los explosivos para los atentados, Rafa Zohier, sea expulsado de España en cuanto salga de prisión el próximo domingo, pero ha reconocido que si éste adopta alguna medida para "retrasar" la expulsión el Gobierno la tendrá que "acatar".
Como alternativa a la expulsión, el titular de Interior considera muy razonable la petición de las víctimas de que se adopten contra él medidas de control y alejamiento, pero ha reconocido que las posibilidades son limitadas porque el atentado se cometió en 2004 y la reforma del Código Penal que permite la libertad vigilada con medidas de seguridad anexas data de 2010.
Fernández Díaz ha elogiado la unidad de las asociaciones de víctimas por primera vez desde 2007, porque considera que la división les restaba "fuerza ética y moral", y ha confiado en que las "divisiones del pasado permitan encarar en el presente la unidad necesaria para el futuro".
Por último, preguntado una vez más por la conversación que mantuvo con el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero nada más llegar al Ministerio, ha afirmado que le transmitió "información sensible" de la lucha antiterrorista pero ha negado "rotundamente" que le hablase de "compromisos" o "presuntas hojas de ruta" en relación con ETA.