MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha alertado este jueves del efecto imitación que puede generar el presidente de la Generalitat, Artur Mas, en su disposición a "saltarse la ley" en su camino para lograr la independencia de Cataluña, y ha advertido de que cuando impera la "ley de la selva" el que "gana" es el "más fuerte". "No creo que les convenga ir por ahí", ha alertado.
El titular de Interior se ha referido de este modo al incidente ocurrido en el balcón del Ayuntamiento de Barcelona cuando ERC ha colgado una 'estelada' y el PP una bandera española durante la fiesta mayor de La Mercè, en declaraciones a los medios tras reunirse con responsables de Información de la Guardia Civil para felicitarles por la 'operación Pardines' que ha permitido la detención de la cúpula de ETA.
Fernández Díaz ha relacionado esta situación con el proceso independentista impulsado por Artur Mas, "un absoluto disparate" que está alterando "profundamente la convivencia", y ha advertido del efecto imitación que puede generarse con un presidente de la Generalitat que anuncia su disposición a saltarse la ley".
"No nos puede extrañar que otras personas, a otros niveles, intenten secundarle y considerar que no deben respetar la ley", ha señalado el titular de Interior, que ha incidido en que si no se respeta la ley entonces rige la "ley de la selva". "La ley de la selva es la ley del más fuerte; no creo que les convenga ir por ahí", ha apuntado.
En este sentido, ha hecho hincapié en la necesidad de respetar la ley como "garantía de una convivencia civilizada, democrática y libre" frente a un Artur Mas dispuesto "a saltarse la ley contraponiendo legalidad y democracia" como si en un país democrático como España las leyes no fueran democráticas", cuando lo son "porque emanan de Parlamentos elegidos democráticamente".
Para el ministro, la imagen vista en el Ayuntamiento de Barcelona "tiene connotaciones muy negativas al recordar a la 'guerra de banderas' que se vivía años atrás en el País Vasco "cuando ETA estaba plenamente activa y operativa, sembrando regueros de sangre y terror por todas partes".