MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) - El presidente de la Gestora del PSOE, Javier Fernández, se ha mostrado confiado este lunes en que su partido y el PSC van a seguir teniendo la "estrechísima relación" que mantienen hasta ahora, aunque no ha querido prejuzgar qué soluciones propondrá la comisión que deberá analizar sus discrepancias orgánicas y políticas con un plazo de dos meses. Eso sí, ha avisado a los socialistas catalanes de que no aceptará ningún planteamiento que supere la Declaración de Granada que acordaron todos en 2013. En una rueda de prensa en Ferraz, después de mantener una reunión "cordial, franca y larga" con el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, Fernández ha explicado que, en lo que tiene que ver con el modelo territorial de España, la Declaración de Granada es "un punto de llegada" para el PSOE, y no un punto de partida, como lo ha calificado minutos antes el líder de los socialistas catalanes. Pero después de que Iceta se refiriera así al documento de 2013, que ha defendido como el planteamiento más "sólido y acabado" para responder a la crisis territorial, Fernández ha defendido que "cualquier cosa que rebase 'Granada' estará superando los límites" que los socialistas se fijaron. En ese documento, PSOE y PSC acordaban apostar por el federalismo como vía de avance, después de meses de discusiones a costa de la consulta en Cataluña, que los socialistas catalanes dejaron de lado como consecuencia de ese acuerdo. Eso sí, Fernández ha reconocido que mientras para los socialistas es un "punto de llegada", esta propuesta sí es "un punto de partida" en las negociaciones con otros partidos de cara a la reforma de la Constitución que PSOE y PSC defienden. "En política hay que estar habituado a convivir con la decepción, no aspiramos a que lo que salga de ese debate, que sin duda se abrirá en algún momento, sobre lo que tiene que ser España en términos territoriales vaya a ser lo que los socialistas planteamos, porque los demás traerán también sus posiciones", ha explicado. Dicho esto, y por lo que se refiere a las relaciones con el PSC, ha evitado prejuzgar cuál será el resultado de la comisión que han decidido poner en marcha y no ha querido definir tampoco si los posibles cambios en el protocolo deberían ser aprobados por un congreso del PSOE o en un Comité Federal, aunque ha explicado que tiene una opinión al respecto, que no ha querido desvelar. Y ha rechazado anticipar cuál puede ser la salida a la situación que atraviesan, sí ha remachado que si el PSOE y el PSC están donde están ahora es porque los socialistas catalanes decidieron participar en la toma de decisión sobre la investidura de Mariano Rajoy --en el Comité Federal del 23 de octubre-- pero con la premisa de que no aceptarían otra cosa que no fuera el 'no' a Rajoy. Así, después de que el máximo órgano del PSOE entre congresos, del que forman parte, decidieran pasar a la abstención, el Consell Nacional ratificó su 'no' a Rajoy, que mantuvieron los siete diputados socialistas catalanes en la investidura. "Eso es lo que ha generado este problema de carácter organizativo", ha remachado Fernández, que ha apuntado que no se quiere "regodear" en esta explicación, pero sí ha defendido que el PSC sabía que su decisión tendría consecuencias. "Se trata de no respetar las decisiones democráticas de un órgano en el que se participa y eso no es ni bueno ni malo ni regular, es antidemocrático" ha remachado. Dicho esto, también ha admitido que también existe una discrepancia "de carácter político", relativa a "la planta política del Estado", y que se ha materializado en el último congreso del PSC, con resoluciones que "rebasan la posición común" que los socialistas se dieron en la Declaración de Granada. Fernández ha reconocido así las diferencias entre ambas organizaciones en lo que al modelo territorial se refiere, pero no ha querido ahondar en el debate, más allá de insistir en que la propuesta de los socialistas es la que todos acordaron en el verano de 2013, cuando Alfredo Pérez Rubalcaba estaba al frente del PSOE y Pere Navarro, en el PSC. Eso sí, cuando se le ha preguntado por el concepto de nación, que genera problemas entre ambos partidos, Fernández ha recalcado que "no hay una definición exacta y única sobre una cosa que se llame nación", porque habla también desde el punto de vista de "unos derechos históricos" o una concepción cultural, pero ha recalcado que cuando se habla "en términos jurídicos" no hay más de un significado: "La nación política es una", ha defendido. De esta manera, ha defendido que "lo que tendrán que aclarar en el PSC es si están hablando en esos términos históricos o culturales" o se refieren también al "plano jurídico que afecta al propio contenido de 'Granada' y de la Constitución". A partir de aquí, y aunque ha evitado todas las preguntas sobre el horizonte de soluciones y el trabajo de la comisión ideada, Fernández ha defendido que el PSC y el PSOE "siguen teniendo una estrechísima relación y la van a seguir teniendo". Y, en espera de que lleguen las conclusiones a esa revisión del protocolo de 1978, ha explicado que seguirán trabajando de cerca. En concreto, ha explicado que tiene "la absoluta certeza" de que habrá personas del PSC en el "núcleo" que se está creando para debatir sobre la ponencia marco del próximo congreso del PSOE. Por lo que se refiere a la comisión que analizará las relaciones del PSOE y el PSC, para ver si se está cumpliendo el protocolo, ha explicado que lo formarán "dos grupos de expertos" designados por ambas organizaciones, pero por el momento no se ha hablado de nombres ni de procedimiento ni de fórmulas de reunión. Finalmente, preguntado por la queja de un miembro de la Gestora, el riojano Francisco Ocón, por no haberles reunido antes de la conversación con Iceta, Fernández ha subrayado que la dirección es "un órgano ejecutivo" y él actúa "en consecuencia". "Ya habíamos hablado de que existe un problema con el PSC, hoy he hablado con Iceta y en la próxima reunión de la Gestora le trasldarlé al conjunto de los miembros su posición", ha dicho.