Arrieta reivindica el actual sistema mientras que Lucas destaca su experiencia al frente de la Sala Tercera
MADRID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los candidatos a presidir cuatro salas del Tribunal Supremo (TS) han comparecido este martes ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), destacando las comparecencias de los magistrados postulados para las salas Penal y Constencioso-Administrativa, por su relevancia política. Aquí, Ana Ferrer y Pilar Teso han expuesto en detalle sus proyectos a largo plazo por contraposición a la cercana jubilación de sus rivales, Andrés Martínez Arrieta y Pablo Lucas, respectivamente.
La ronda de entrevistas ha comenzado a las 9.00 con Martínez Arrieta, cuya comparecencia se ha adelantado porque forma parte de la Junta Electoral de las votaciones a la Sala del Gobierno del TS que se celebran este mismo martes. Número 1 en el escalafón de la carrera judicial y aspirante a suceder a Manuel Marchena como presidente de la Sala de lo Penal, ha reivindicado su trayectoria profesional, con más de 35 años en el TS.
De su primera etapa, ha puesto el foco en el caso 'almacenes arias', donde logró que "las familias fueran indemnizadas en un cortísimo espacio de tiempo" y en otro asunto sobre la desparición de un detenido en dependencias policiales que acabó sirviendo para fijar un "protocolo".
Ya como miembro del Gabinete Técnico del TS adscrito a la Sala Segunda, ha puesto en valor que participó en el desarrollo del actual modelo de admisión y los "proyectos de resolución", lo que permitió pasar de unos 26.000 asuntos pendientes a 6.000, una experiencia que ha asegurado pretende aplicar si se hace con el cargO.
Sobre su plan de actuación como presidente de la Sala Segunda, ha prometido acomodarlo a los 2 años y medio que le quedan hasta jubilarse. Por un lado, ha abogado por "mantener las excepcionales relaciones personales" entre magistrados y "la estructura organizativa", bien en Pleno de sus 15 magistrados, bien en dos secciones de 7 magistrados cada una, que ha propiciado más de 100 sentencias de unificación de doctrina para "garantizar la igualdad de los ciudadanos ante la ley".
No obstante, ha prometido "modular el régimen de admisiones", sobre todo a partir de la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), así como fortalecer la jurisprudencia interna y externa "estableciendo puntos de control y conexión", y abordar asimismo "el problema de las cuestiones de competencia".
"SOSPECHA" DE "TRIBUNALES AD HOC"
Ferrer, la otra candidata a presidir la Sala Segunda, se ha detenido en su trayectoria profesional para resaltar que se ha dedicado de forma "ininterrumpida" a la función jurisdiccional, a lo que ha sumado su "experiencia de gestión" por sus años como presidenta de la Audiencia de Madrid, enfatizando que en sus últimos años como tal los asuntos pendientes se redujeron un 17%.
Así, se ha declarado idónea para el cargo, no solo por su "habilidad" para generar debates, consenso y unificar criterio, que ha asegurado tener tras años de ejercicio en órganos colegiados, sino también porque lo asumirá "con toda la independencia e imparcialidad" que dice haberla caracterizado, así como con "entusiamo".
También ha puesto de relieve que "en breve", algo más de dos años, se jubilarán hasta cinco magistrados de la Sala de lo Penal, entre ellos el propio Martínez Arrieta, aunque no lo ha mencionado. A su juicio, la renovación de las instituciones es "positiva" porque "supone la incorporación de nuevas miradas" y un incentivo ante las oportunidades de promoción. No obstante, ha señalado como contrapartida la pérdida de magistrados "referentes".
"Ante esta situación, creo que es importante mantener una presidencia estable, que permita reducir al máximo el impacto en la gestión del cambio que supone la incorporación de nuevos miembros" a la Sala de lo Penal, ha declarado.
Sobre su programa, ha enunciado seis medidas concretas, entre ellas que se conozcan y publiquen con antelación tanto las normas de reparto como la composición de cada una de las secciones y salas que se forman internamente en la Sala de lo Penal para despachar asuntos. Y ello para evitar "el riesgo de sospecha de que, en algunos casos, se puedan constituir salas 'ad hoc'".
En la misma línea, ha aludido a la Sala de Aforados al considerar que, pese a su "trascendencia", su arquitectura no está recogida en la ley, por lo que ha instado a regularla y, entretanto, "aunque ahora actúa con altísimos estándares", hacer "algún retoque", también para "reforzar la garantía de imparcialidad". En particular, ha planteado diferenciar dos salas: una de admisión, para designar instructor y que se ocupe de la petición de suplicatorio; y otra de enjuiciamiento.
LA CARRERA PARA PRESIDIR LA SALA TERCERA
A continuación han comparecido los aspirantes a presidir la Sala de lo Contencioso-Administrativo, Teso y Lucas, que han coincidido en subrayar la "grave" situación de la misma por la crisis de vacantes, apuntando igualmente al esfuerzo extra de los magistrados.
Lucas se ha definido como "un profesor universitario que ha aprendido a ser juez y a estar al frente, nada menos, que de la Sala Tercera", ya que en enero de 2023 sucedió a César Tolosa como presidente de la misma pero con carácter interino. "No ha sido fácil pero el esfuerzo ha merecido la pena", ha dicho, para enfatizar que ha adquirido una "experiencia fundamental para el proceso de recomposición" que va a sufrir esta Sala con la incorporación de nuevos magistrados.
De su CV, ha recordado que accedió a la carrera judicial por el quinto turno --el reservado a juristas de prestigio-- y que ha logrado ocupar el puesto 23 del escalafón. Ha añadido que desde abril de 2022 es el magistrado más antiguo de la Sala Tercera y los casi dos años como presidente interino, en los que ha justificado que no ha propuesto cambios organizativos porque no se ha llegado a "puntos límite" y que ahora ya no serán necesarios.
Luchas, que ha mencionado su labor de control previo al CNI y sentencias como las del 'céntimo sanitario' y las del COVID-19, ha valorado que ha seguido escribiendo sentencias siendo presidente y que ha ejercido "con la intensidad que es propia de la Sala Tercera", siempre en "contacto permanente" con los magistrados sin "conflicto alguno".
En cuanto a Teso, ha resaltado que lleva toda la vida dedicada a lo contencioso-administrativo, lo que le da una "visión global" de este orden jurisdiccional, y además "siempre en salas grandes con volumen de asuntos y plantillas importantes". Aunque ha puesto sentencias "en todas las materias", se ha referido a las que versan sobre la igualdad en permisos para familias monoparentales, la eficacia de las decisiones de la ONU y el 'céntimo sanitario', así como su participación en "los primeros juicios sobre ilegalización de partidos políticos".
Y, al igual que Ferrer, ha sostenido que el plazo legal de cinco años para este cargo tiene como objetivo "dar estabilidad en la Presidencia", sin señalar a Lucas, que se jubilará en julio de 2026. Así, ha esbozado un plan de cinco años en varias fases orientado a resolver sobre la admisión de los recursos en menos de un año, consolidar las secciones de enjuiciamiento, crear una nueva para "equilibrar materias" y seleccionar a letrados especializados para el Gabinete Técnico en función de las necesidades de la Sala Tercera.
Teso ha añadido una "reflexión" final, al margen de la "polémica sobre la paridad". "Yo creo que ya las mujeres del TS tienen de su lado el mérito y la capacidad. Yo soy la más antigua en el TS y en la Sala Tercera (...) Fui la primera mujer especialista de lo contencioso-administrativo que llegó al TS. He estado siempre en salas grandes y sé las medidas que funcionan allí y las que no", ha concluido.