MADRID 9 Nov. (EUROPA PRESS) -
La vistilla que ha celebrado el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena para escuchar las solicitudes de medidas cautelares a imponer a la presidenta del Parlamento de Cataluña, Carmen Forcadell y otros exmiembros de la Mesa de la Cámara, que han declarado este jueves por delitos de rebelión, sedición y malversación por facilitar los debates parlamentarios que culminaron con la declaración unilateral de independencia (DUI), ha finalizado tras hora y media de duración.
Ahora, tras escuchar también las alegaciones de las defensas, el magistrado debe decidir si acordar lo pedido por el Ministerio Público. Aún así, en ningún caso puede decretar unas medidas más duras que las solicitadas por la acusación.
La Fiscalía ha pedido este jueves al magistrado que ordene el ingreso en prisión incondicional de la presidenta del Parlamento de Cataluña y otros tres exmiembros de la Mesa de la Cámara: Lluís Corominas, Lluís Guinó y Anna Simó. Se solicita también prisión pero bajo fianza para Ramona Barrufet y libertad para Joan Josep Nuet.
En el caso de este último, de Si que es Pot, su defensa viene asegurando desde la interposicion de la querella que nunca facilitó la tramitación de los acuerdos parlamentarios que se llevaron al Pleno del Parlament en relación con el 'procés', ya que o bien se abstuvo o votó en contra.
La petición se ha realizado después de que Forcadell haya ha asumido este jueves ante el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, según fuentes presentes en la declaración, la aplicación del artículo 155 de la Constitución que conllevó a la disolución de la cámara. La parlamentaría también ha matizado las consecuencias jurídicas que a su juicio tiene la declaración de independencia unilateral (DIU) que fue aprobada el pasado 27 de octubre, y a la que se habría referido como "simbólica" y "declarativa".
En esta misma línea han declarado el resto de exmiembros de la Mesa del Parlament que han sido interrogados este jueves que son Lluís María Corominas, Lluís Guinó.