MADRID, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía militar libanesa ha presentado este miércoles cargos contra los militares israelíes que causaron la muerte del cabo español Francisco Javier Soria, fallecido el pasado 28 de enero en el sur del Líbano.
Según adelanta el diario libanés 'Daily Star', el fiscal militar Saqr Saqr ha presentado los cargos de forma general, contra todos los soldados israelíes que pudieran resultar culpables de la muerte del 'casco azul' español.
Una fuente judicial citada por el periódico local ha explicado que las autoridades libanesas están obligadas a presentar cargos incluso si las partes acusadas aún están por determinar, dado que el suceso tuvo lugar en Líbano.
La Fiscalía libanesa ha decidido presentar cargos tras recibir los resultados de una investigación preliminar conjunta realizada por las fuerzas de paz de la ONU (FINUL), Naciones Unidas y la justicia libanesa. "Israel no ha cooperado", ha dicho la fuente.
El cabo Francisco Javier Soria, de 36 años, formaba parte del contingente de 580 'cascos azules' españoles desplegados en el sur del Líbano. El militar perdió la vida en un ataque del Ejército israelí en respuesta a otro lanzado por Hezbolá.
El Ministerio de Defensa español confirmó que el cabo Soria Toledo falleció a causa de "varios errores" cometidos por el Ejército de Israel, de acuerdo a las investigaciones abiertas tras el incidente.
La familia de Soria, que criticó a Defensa por entender que daba el caso "por cerrado", denunció ante la Audiencia Nacional la muerte del cabo español. Margarita Toledo, madre del militar, calificó de "muy injusto" que el Gobierno no defendiera a un miembro de sus Fuerzas Armadas y mostró su queja por no recibir ninguna disculpa ni explicación de Israel.
Soria formaba parte del contingente de algo más de 550 militares españoles desplegados en Líbano dentro de la Fuerza Interina de Naciones Unidas (FINUL), cuya misión es impedir un recrudecimiento de las hostilidades entre Israel y milicias como Hezbolá que devenga en otra guerra como la que tuvo lugar en 2006, además de contribuir a garantizar el acceso humanitario a la población civil y facilitar al Gobierno libanés el dominio total de la zona sur del país.