La defensa impugna la traducción de la llamada de una testigo al 112, hecha por la Guardia Civil, al considerarla "sesgada"
PALMA, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía ha decidido mantener la petición de 12 años de cárcel para el trabajador de un pub de Magaluf acusado de homicidio por una agresión a un cliente, y de un año y ocho meses de prisión para el encargado del local acusado de encubrimiento.
Este miércoles, en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial con un Jurado, la Fiscalía ha introducido algunas modificaciones menores en su escrito de acusación inicial, manteniendo la calificación de los delitos y las penas de prisión que solicita.
La Fiscalía también solicita una indemnización para los padres e hijos del fallecido, pero ha suprimido la indemnización que pedía para su exmujer tras constatar en el juicio que estaban legalmente separados antes de la muerte del hombre.
Por su parte, la acusación particular pide una indemnización superior e incluye como perjudicados, además de los padres y los hijos de la víctima, a su ex esposa e hijastro.
El suceso tuvo lugar la madrugada del 27 de abril de 2018 en Magaluf, en el local donde trabajaba el principal acusado, en la zona de Punta Ballena. La víctima es un ciudadano norirlandés de 30 años que se encontraba de vacaciones en Mallorca.
La Fiscalía recoge en su escrito que el hombre sacó a golpes y empujones al joven del bar, que le dio un puñetazo que lo tumbó, y que una vez en el suelo le propinó una fuerte patada en la cabeza.
El hombre fue atendido por una ambulancia frente al pub, pero los sanitarios decidieron no trasladarlo al hospital. Más tarde la víctima ingresó en coma en son Espases y falleció unos días después tras una complicación derivada de la cirugía intracraneal.
Durante el juicio, el acusado reconoció haber dado una bofetada a la víctima, pero negó ser el autor de la patada mortal. La defensa asegura que fue una tercera persona quien propinó la patada, a partir de las imágenes de las cámaras de seguridad y de la declaración de un testigo que afirma haber visto cómo otro turista daba la patada.
La Fiscalía también señala al encargado del local por encubrir el homicidio, acusándole de haber negado ante la Policía y la Guardia Civil que supiera nada de la agresión, y de haber afirmado que el sistema de grabación del bar estaba averiado.
El hombre rechazó haber dicho tal cosa. Según su versión, en una de las ocasiones en las que fue a declarar a la comisaría, habló por teléfono con un técnico con la opción de manos libres activada para que los agentes lo pudieran escuchar, y fue el técnico quien dijo que había un problema con las cámaras.
LA DEFENSA IMPUGNA LA TRADUCCIÓN DE LA LLAMADA AL 112
En la sesión de este miércoles la defensa ha impugnado la traducción de la llamada al 112 de una testigo, una traducción hecha por la Guardia Civil que el letrado del principal acusado considera "sesgada".
La defensa ha pedido que se hiciera una nueva traducción por parte de un traductor jurado pero se ha denegado la solicitud. La impugnación no impide que la grabación original, en inglés, se mantenga como prueba.
En la sesión de este miércoles estaba previsto que declarase por videoconferencia desde Irlanda una camarera del pub donde ocurrió la agresión. No ha sido posible realizar esta conexión, por lo que se ha leído la declaración que hizo en 2018 durante la investigación.
Entonces, la camarera relató ante el juez de instrucción que la víctima estaba discutiendo con su pareja y rompió un vaso lanzándolo contra una ventana. En este sentido, afirmó que la víctima tenía "actitud agresiva" y que el trabajador del pub fue a intentar "mediar" entre él y la mujer.
Este miércoles la vista oral concluirá con los informes finales de los abogados y la Fiscalía y el turno de última palabra de los acusados. Después, el Jurado comenzará a deliberar el veredicto.