MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido este jueves prisión incondicional para el expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell y para el abogado y presunto testaferro del primero en Andorra Joan Besolí, detenidos este martes por formar parte de una red que presuntamente habría blanqueado al menos 15 millones de euros, han informado fuentes jurídicas.
Rosell ha llegado a la Audiencia Nacional procedente de la Comandancia de la Guardia Civil de Tres Cantos, donde ha pasado la noche tras llegar ayer desde Barcelona. En total, ha declarado durante más de dos horas ante la juez Carmen Lamela, encargada de esta investigación.
La magistrada ha tomado además declaración a la esposa de Rosell, Marta Pineda, quien ha quedado en libertad sin medidas cautelares y ha abandonado las dependencias judiciales pasadas las 14.10 horas sin hacer declaraciones a la prensa. También ha interrogado al cuñado de Besolí e igualmente detenido Andrés Ramos González. A las 14.30 declaraba la última persona detenida , el empresario libanés Hale Ohannessian.
Los cinco fueron arrestados el martes pasado por integrar una red con la que presuntamente blanquearon al menos 15 millones de euros a raíz de la venta de los derechos de imagen de la selección brasileña de fútbol a una sociedad con sede en Qatar. Pineda fue puesta en libertad con cargos un día después.
Fuentes de la investigación han explicado que las pesquisas se iniciaron al rastrear varios movimientos bancarios sospechosos a raíz de una comisión rogatoria de Estados Unidos relacionada con una trama de cobro de sobornos por personalidades ligadas al fútbol.
Antes de ser trasladado a Madrid para comparecer en la Audiencia Nacional, el expresidente del Barça prestó declaración, asistido por su abogado, durante tres horas ante la Guardia Civil y la Policía Nacional en Barcelona, donde negó haber cometido blanqueo de capitales y aseguró que ganó dinero "lícitamente".
Además de las detenciones, el martes se realizaron numerosos registros en Barcelona, Girona, Lleida y Andorra. En el caso de Rosell, presenció casi diez horas de inspección