MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) - La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha solicitado la medida de prisión incondicional para el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, después de que éste haya declarado durante casi dos horas por presunto delito sedición ante la juez Carmen Lamela, que resolverá la cuestión a partir de las 18.00 horas según han confirmado fuentes jurídicas. Antes de Trapero ha declarado la intendente de los Mossos Teresa Laplana, para quien la magistrada ha impuesto la medida cautelar de comparecer cada quince días ante el juez, prohibición de abandonar el territorio nacional y retirada de pasaporte por el mismo delito, relacionado los incidentes registrados en Cataluña los días 20 y 21 de septiembre y durante el referéndum independentista del 1 de octubre. En el caso de Laplana, la titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 ha rechazado la medida solicitada por la Fiscalía, que consistía en la imposición de una fianza de 40.000 euros para poder eludir la medida de prisión preventiva. También ha quedado pendiente para esta tarde la declaración de los los presidentes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y de Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, respectivamente. Se trata de la segunda ocasión en la que todos ellos acuden a la Audiencia Nacional en calidad de investigados ante los nuevos datos que aportaron los atestados de la Guardia Civil entregados a la juez Lamelapocas horas antes de su primera comparecencia el pasado 6 de octubre, lo que motivó que fueran citados de nuevo. Además de los cuatro investigados por sedición, la magistrada había citado este lunes a tres testigos de los hechos: dos guardias civiles y la letrada de la administración de justicia --antiguamente denominada secretaria judicial-- del Juzgado de Instrucción 13 de Barcelona, que ordenó los registros el 20 de septiembre que motivaron las movilizaciones donde se registraron los incidentes. Todos ellos han sido los primeros en declarar ante la magistrada. Concretamente, el informe que la Guardia Civil envió a la Audiencia Nacional establece dos comités en el camino hacia la independencia, uno estratégico, en el que sitúa a Sànchez y Cuixart, y otro ejecutivo, ejercido por los Mossos que dirige Trapero. Trapero había llegado poco antes de las nueve y media de la mañana de este lunes a la Audiencia Nacional para declarar como imputado por el delito de sedición. Esta vez, y por consejo de su abogado, ha acudido vestido de paisano, con traje gris y corbata azul, a diferencia del primer día que declaró, que lo hizo con su uniforme del cuerpo policial. Unos quince minutos después, han llegado juntos los presidentes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y de Òmnium Cultural. Entre gran expectación de los medios de comunicación y de curiosos que se han colocado en las inmediaciones de la Audiencia Nacional para ver llegar a los investigados, Trapero, Sánchez y Cuixart han llegado caminando y han entrado enseguida en el edificio donde se sitúan las salas de comparecencias sin hacer declaraciones a la prensa. Alrededor de una veintena de diputados y senadores del PdeCAT han recibido a Sánchez y Cuixart, que levantaban la mano para saludar y cerrando el puño en señal de victoria, con vítores y gritos de ánimo. "No esteu sols" ("No estáis solos"), coreaban los parlamentarios mientras agitaban papeletas del referéndum del 1 de octubre. Del otro lado, un hombre ataviado con una barretina y que portaba un cartel en el que se leía "Golpista, ladrón de libertades" ha increpado a los presidentes de la ANC y Òmnium y les ha dicho que arderán "en el infierno". Sánchez y Cuixart han sido aplaudidos también a su salida en el receso dado a los interrogatorios, un apoyo que sin embargo no ha recibido el mayor de los Mossos, que ha salido en silencio y con una expesión muy seria en el rostro.