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El Gobierno dice que no es admisible una declaración implícita de independencia y luego dejarla en suspenso
MADRID, 10 Oct. (EDIZIONES) -
La comparecencia del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en el Parlament de Cataluña en la que ha declarado que Cataluña debe ser Estado para plantear suspenderlo inmediatamente después para dialogar ha sido seguido con intensidad por las cerca de 30.000 personas concentradas cerca del Parlamento catalán.
Los fotógrafos de la agencia Reuters han captado el rostro de los concentrados. Las personas concentradas han seguido en silencio el discurso, en medio de aplausos en momentos clave como cuando se ha recordado a los heridos el 1-O, para estallar de júbilo cuando Puigdemont ha afirmado que asumía el mandato de que Cataluña sea un estado independiente en forma de república.
Sin embargo, acto seguido, cuando ha apostado por suspender los efectos de la declaración, a la espera de iniciar un diálogo en las próximas semanas, la multitud ha reaccionado con algunos silbidos y un silencio mayoritario.
Al final de su discurso la mayoría le ha refrendado con un aplauso aunque menos intenso que durante el discurso, en el que ha asumido que Cataluña sea un estado independiente, pero aplicarlo en diferido, y una gran parte ha ido abandonando el paseo sin esperar a las intervenciones de los grupos parlamentarios, con semblantes muy serios de contrariedad y perplejidad.