Su féretro fue cubierto hoy con el estandarte del Ducado de los Franco que incluye la Cruz Laureada
MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
Francisco Franco fracasó en su intento de conseguir antes de convertirse en generalísimo y llegar al poder la Gran Cruz Laureada de la Orden de San Fernando, la máxima condecoración militar que el dictador había solicitado con insistencia.
Precisamente, el féretro con los restos de Franco ha salido este jueves de la Basílica del Valle de los Caídos adornado con un estandarte con el escudo del Ducado de los Franco que incluye la Cruz Laureada de San Fernando, galardón que logró en 1939 ya en el poder.
En concreto, fue el general José Enrique Varela el que impuso a Franco la placa de la Gran Cruz Laureada el 19 de mayo de 1939 en la Tribuna del Paseo de la Castellana, antes de que comenzase la exhibición militar del Desfile de la Victoria para celebrar el triunfo obtenido tras la guerra civil.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) que se publicó ese 19 de mayo de 1939 rezaba textualmente: "Dada en Madrid, en el Día de la Victoria, a diecinueve de mayo de mil novecientos treinta y nueve, concediendo al Capitán General del Ejército y de la Armada, Generalísimo de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, Excmo. Sr. D. Francisco Franco Behamonte, la Gran Cruz Laureada de San Fernando"
NO SE LE CONCEDIÓ POR SU ACTUACIÓN EN MARRUECOS
La desclasificación en noviembre de 2001 del expediente militar de Franco, coincidiendo con el 25 aniversario de su muerte, reveló documentos a los que en aquel momento tuvo acceso Europa Press, como la denegación de la Laureadada de San Fernando por méritos militares antes de llegar al poder.
A Franco no se le concedió la Cruz de San Fernando por su actuación en Marruecos antes de que llegara al poder tras el golpe de Estado contra la Segunda República, a pesar de ser una de las condecoraciones militares que más ansiaba.
De hecho, tras haber solicitado ese galardón por su actuación en Ceuta el 29 de junio de 1916, el Consejo de Guerra le contesta en 1918 denegándosela ya que, precisamente en aquella batalla fue el "primer oficial de campaña que cayó herido y retirado de acto continuo".
Según argumentaba el Consejo de Guerra, al caer herido no pudo seguir mandando a su compañía, de lo que se deduce que "si se tomó la posición, no fue con las solas fuerzas del capitán Franco", lo que "resta" la "pública notoriedad" que debía "revestir" los hechos merecedores de la Cruz de San Fernando.