MADRID, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y su equipo fueron hoy los grandes ausentes en el primer acto de partido de Manuel Pizarro, que irá como número 'dos' en las listas al Congreso de los Diputados por el PP de Madrid detrás de Mariano Rajoy.
Gallardón no pudo asistir a la 'puesta de largo' del nuevo fichaje del presidente del PP por un viaje oficial a Moscú, pero tampoco acudieron ninguno de sus colegas del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid. La excepción fue Ana Botella, teniente de alcalde y sucesora natural de Gallardón al frente del Consistorio si éste cumple su amenaza de dejar la política después de las elecciones del 9 de marzo.
Botella, que todavía no se ha pronunciado en público sobre esta posibilidad ni sobre la decisión de Rajoy de no incluir a Gallardón en la lista, mantuvo su silencio con la prensa y permaneció en todo momento cerca de Aguirre, el secretario general del PP nacional, Angel Acebes, y el del regional, Francisco Granados.
Desde primera hora de la mañana, cientos de cargos del PP se apiñaron en los Salones Lancaster, una sala ubicada en el corazón de Carabanchel, uno de los barrios obreros de la capital, donde la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, suele tener encuentros con los afiliados de base.
El evento aglutinó a casi todos los consejeros regionales, que tienen además cargos representativos en Génova y en el comité electoral regional, tales como Francisco Granados, Alfredo Prada, Juan José Güemes, Manuel Lamela, Ana Isabel Mariño y Elvira Rodríguez, presidenta de la Asamblea de Madrid.
Con claro ambiente preelectoral y triunfante, el aparato popular organizó un acto en el que Aguirre y Ángel Acebes presentaron a un pletórico Pizarro, que encadiló a los asistentes con un mensaje claro y contundente basado en su experiencia económica y su recién estrenado compromiso con el PP.
En un auditorio que no dudó en corear el lema de la presidenta de "Pico y pala", Pizarro demostró encontrarse muy cómodo ante sus seguidores, que aplaudieron cada una de sus intervenciones. Pizarro, que en diversas ocasiones ha dado muestra de un pensamiento económico-liberal muy coincidente con el de Aguirre, se comprometió a mejorar la situación económica de todos los ciudadanos posibles, pero siempre en la senda del esfuerzo.
"Hay que echarle carbón a la caldera, y a cada vez que lo hacemos hacemos daños a algún sector que nos quiere, que nos votó, pero el Estado es como las familias: No conozco ninguna familia que vaya bien sin esfuerzo", subrayó, al tiempo que aplaudía la gestión del equipo de José María Aznar.
Especialmente ovacionado estuvo cuando, preguntado por si aceptaría un cara a cara con el vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, Pizarro contestó entre risas: "Con todos los que quieran, ¡Que vayan pasando!". "He venido para eso. He tenido muchísimas raciones de talante en los últimos dos años y ya estoy cansado", añadió.
A la pregunta de si se mantendrá en la política en caso de que el 9 de marzo el PP fracase electoralmente, Pizarro dio muestra de nuevo de su desparpajo: "¿Alguien me ha visto alguna vez dar un paso atrás?", ironizó.