Gallardón :"La renovación de los taxis cuando agoten su vida no podrá volver a ser con vehículos diesel"

Taxi en  Madrid
EP
Actualizado: miércoles, 24 febrero 2010 14:24

MADRID, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -

Los nuevos autobuses y taxis de Madrid que se adquieran según se vaya modernizando la flota no podrán utilizar diesel como combustible, según aseguró este miércoles el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, durante un desayuno informativo organizado por Siemens en el Florida Park de El Retiro para presentar sus 'smart grids', es decir, las redes inteligentes de suministro eléctrico.

Aunque el primer edil no concretó más esta medida, sí afirmó que "la Empresa Municipal de Transportes (EMT) no volverá a comprar vehículos diesel y la renovación de los taxis a partir del momento en que agoten su vida útil no podrá volver a ser con vehículos diesel".

Así, el Consistorio no obligará al sector a adquirir ninguna tecnología en concreto (eléctrica, híbrida, de gas...) pero sí establecerá "los parámetros para pensar no sólo en el dióxido de carbono (CO2) sino también en el dióxido de nitrógeno (NO2)".

"El dióxido de carbono (CO2) no es el principal problema de Madrid ni de ninguna de las grandes ciudades europeas. Durante muchos años hemos hecho políticas para reducir el CO2, algunas equivocadas como el uso del diésel, porque muchas de esas tecnologías han disparado el NO2", explicó el primer edil, añadiendo además que precisamente son "los vehículos de los últimos diez años y de renovación difícil los más emisores de NO2".

Desde hace unos meses, el Consistorio trabaja con el sector del taxi en una nueva ordenanza. Así, aunque fuentes municipales aseguraron a Europa Press que el objetivo de que ningún taxi sea diésel es "a largo plazo" y que el cambio se hará "paulatinamente", se podría aprovechar el cambio normativo para obligar a acelerar el proceso.

Es decir, que la nueva ordenanza podría introducir el requisito de que los coches no funcionen con diesel para poder conseguir una licencia de taxi o para renovarla cuando se agote la vida útil del vehículo, y no quedarse sólo en los incentivos para el uso de tecnologías más limpias como las exenciones de impuestos o del pago de la zona SER.

RUTA VERDE EUROPEA

Por otra parte, el regidor madrileño avanzó que el Ayuntamiento está trabajando con las principales empresas petrolíferas que cuentan con gasolineras en la ciudad para implantar en todas ellas 'electrolineras', es decir, puestos de recarga para los coches eléctricos.

El objetivo es "hacer unas rutas eléctricas transnacionales a nivel europeo, en las que esté incluida Madrid, para que con la autonomía de los vehículos actuales sea posible hacer, por ejemplo, el trayecto Lisboa-Berlín sabiendo que hay dónde recargar las baterías de los coches".

Y es que este miércoles en día la autonomía de este tipo de vehículos es de unos 200 kilómetros, con lo que esta iniciativa, en la que participa el Ministerio de Industria, la Unión Europea y varias ciudades españolas, servirá para "demostrar que es viable una Ruta Verde Eléctrica".

Con respecto a la tecnología que se usará en estas estaciones de servicio, Gallardón indicó que es el departamento que dirige Miguel Sebastián el que debe "homologar" los dispositivos para que no haya incompatibilidades entre 'enchufes', como sucede por ejemplo con los teléfonos móviles.

"El objetivo es convertir a Madrid en una de las ciudades más verdes del mundo", apostilló Gallardón, recordando que en la capital se instalarán hasta 500 puntos de recarga a los que se accederá con una tarjeta identificativa que almacenará los datos de recarga.

Además, a estos postes hay que sumar aquéllos que los vecinos quieran instalar en sus propias plazas de aparcamiento, una iniciativa permitida ya por la Ley de Medidas de Fomento y Agilización Procesal del Alquiler y de la Eficiencia Energética de los Edificios, que recoge la posibilidad de instalar estos puntos individuales sin permiso de la comunidad de vecinos, sino notificándolo tan solo.

"Todo esto parece un relato futurista y lejano, pero no es así: tenemos la tecnología y la voluntad de la sociedad, y antes de diez años serán una minoría absoluta los vehículos no eléctricos que circularán por la ciudad", pronosticó el primer edil, para quien esto permitirá un "cambio radical en la convivencia del coche y el ciudadano en los entornos urbanos, mejorando la calidad de vida sin reducir la competitividad".

REDES INTELIGENTES

Este tipo de avances será posible, entre otras cosas, gracias a la investigación de empresas como Siemens y sus 'redes inteligentes', que "permiten una comunicación integrada y bidireccional entre el coche y el punto de carga y la red", con el objetivo de "facilitar la gestión de los excedentes de producción eléctrica en horas de poca demanda o en las que haya una mayor oferta de electricidad procedente de energías renovables, dirigiendo hacia esas franjas horarias la carta de los vehículos eléctricos".

Es decir, que en un futuro próximo el usuario podrá cargar su coche por la noche y, dando su autorización a las empresas comercializadoras de la energía eléctrica, permitir que la red recupere parte de esa energía en momentos en que lo pueda necesitar por la existencia de picos de demanda.

Así, toda la información irá desde los postes suministradores, independientemente de dónde estén situados y que incluyen la posibilidad de carga monofásica (aproximadamente 8 horas) o trifásica (una hora) tanto para coches como para motos, hasta el banco, que cobrará o bonificará los tránsitos de energía del usuario.

Además, los mismos dispositivos permitirán exponer publicidad y darán información sobre el estado de las baterías o el número de cargas que aún se pueden realizar de forma óptima (generalmente una batería de este tipo aguanta 3.000 cargas).

Según el consejero delegado de Siemens, Francisco Belli, el mercado mundial del sector llega a los 30.000 millones de euros hasta 2014, de los que la empresa alemana prevé facturar unos 6.000 millones en ese periodo.

"El objetivo es maximizar el confort y la eficacia en el uso de la energía", indicó Belli, añadiendo que esta tecnología, además de reducir la contaminación atmosférica, también mejora la calidad de vida en las ciudades a través de la reducción de la contaminación acústica.

Además, el consejero delegado también avanzó que, en el futuro, "se podrá cargar el coche en cualquier sitio, en un semáforo por ejemplo, sin tener que enchufarlo", mediante energía inducida, y también se mejorará en el sector de las baterías para darles mayor capacidad y duración.

Asimismo, aseguró que este tipo de tecnología "ya es hasta cuatro veces más eficiente" que los combustibles petroquímicos, que pierden gran cantidad de su poder por el tubo de escape y en la refrigeración del motor.