MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
El coordinador federal de Izquierda Unida y diputado de Unidos Podemos, Alberto Garzón, ha asegurado este martes que si tuviese que votar en la segunda vuelta de las elecciones francesas del próximo 7 de mayo, él optaría, al final, por el centrista Emmanuel Macron aunque "con la pinza en la nariz", porque cree que "habría que maniobrar todo lo posible para que el fascismo no ganase".
"Habría que hacer todo lo que hiciese falta para que no gobernase la extrema derecha en Francia y por lo tanto la ciudadanía tendría que ver la posibilidad de votar a Macron", ha dicho en una entrevista en RNE, recogida por Europa Press. "Sería la pinza en la nariz, votaría a Macron", ha admitido.
Garzón se ha expresado así después de lamentar que en Francia haya que elegir entre "el liberalismo de los banqueros, y con políticas que han creado la situación actual", representado por Macron, y "el fascismo, representado por Marine Le Pen". Con todo, ha reconocido que el "fascismo" es "una categoría mayor y en ningún caso se puede dejar pasar".
A su modo de ver, a la extrema derecha no se la frena con la abstención, pero ha advertido de que tampoco servirá hacer a Macron presidente. La victoria de Macron, ha avisado, no haría "sino ganar tiempo para que Le Pen no sea presidenta".
De este modo, el líder de IU ha ido más allá en su apoyo a Macron contra Le Pen que la dirección de Podemos que ha llamado a "frenar" a Le Pen pero se ha negado a apostar por Macron. La formación 'morada' se ha limitado a respaldar la decisión de 'su' candidato en Francia, Jean-Luc Mélenchon, de consultar a sus bases.
Sobre Mélenchon, Garzón cree que "se sorprendería mucho" sí escuchase cómo le han enmarcado dentro de la extrema izquierda, cuando él "se considera moderado". "Mélenchon sería el equivalente en España de algún miembro cabreado del PSOE por la deriva de Susana Díaz y que se sumase a una organización".
Preguntado si cree que en España podría darse un auge de la extrema derecha similar al de Francia, ha respondido que España tiene la "singularidad" de que, al haber vivido 40 años en dictadura, hay "un franquismo sociológico que también ha penetrado en la democracia".
A su modo de ver, no hay que "tener miedo" a que triunfen opciones xenófobas si la izquierda es "hábil" al explicar los problemas de la ciudadanía. "Pero si fallamos, puede pasar que dentro de unos años pueda tomar fuerza en España", ha alertado.