MADRID 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Mariano Rajoy está abriendo su abanico de contactos en Cataluña con otras instituciones además de la Generalitat que preside Carles Puigdemont con el fin de incrementar la presencia del Estado en esta CCAA y tiene previsto seguir haciéndolo, según fuentes del Ejecutivo.
Este despliegue se enmarca en la estrategia del Ejecutivo de Mariano Rajoy de "recuperar las instituciones" catalanas para que no estén al servicio del independentismo, tal y como ha asegurado hoy el presidente del Gobierno durante su discurso de clausura del XVIII Congreso Nacional del PP.
A ello ha añadido la necesidad de reconstruir la "cohesión interna" en Cataluña y de tratar de alejar a la Generalitat de los "extremismos" que hoy son a su juicio determinantes y "están poniendo en serio riesgo el modelo económico y social" de esta CCAA.
Para ello, el Ejecutivo de Rajoy está desplegando contactos en Cataluña a otros niveles que no son estrictamente el Gobierno de la Generalitat.
Ejemplos de esta estrategia son los contactos que desde la vicepresidencia del Gobierno se están teniendo con el segundo teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, del PSC, Jaume Collboni, por cuestiones relativas a la Cultura; los que tiene el Ejecutivo y la secretaría de Estado de Cultura con el ayuntamiento de Reus por su aspiración a ser ciudad de la Cultura o los de la Secretaría de Estado para el Deporte con el Ayuntamiento de Tarragona por los Juegos del Mediterráneo.
Y ahí están también las visitas de la vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría a Cataluña --quien previsiblemente se desplazará de nuevo el próximo lunes 20 de febrero-- no sólo para hablar con representantes de la Generalitat, sino también en otro tipo de actos como el realizado en el aeropuerto del Prat, junto con el Ministro de Fomento, para interesarse por las obras de la conexión intermodal.
Las fuentes consultadas han explicado que ese planteamiento de recuperar las instituciones se ciñe a la estrategia política y no trasciende a otros planteamientos. Argumentan, en este sentido que el independentismo lo está impregnando todo, pero que debajo de esa capa se está fraguando una radicalidad difícil de asumir. Destacan, por ejemplo, la dependencia del Gobierno de la Generalitat de la CUP para aprobar, entre otras cosas, los presupuestos.