MADRID, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Ministros del pasado 12 de abril aprobó una partida de 225 millones de euros para que el Ministerio de Defensa pudiera adquirir un nuevo avión entrenador de la Academia General del Aire con el fin de sustituir a los aviones C-101 como el que hoy cayó en La Manga del Mar Menor, un accidente en el que ha fallecido el piloto, el comandante Francisco Marín Núñez.
El Gobierno acordó entonces modificar los límites establecidos en la Ley General Presupuestaria 47/2003 para adquirir compromisos de gasto con cargo a ejercicios futuros, de tal forma que se repartiera esa cantidad entre los ejercicios presupuestarios de 2020, 2021 y 2022 a razón de 75.000 millones por cada año.
Esta decisión se adoptó después de que el Ejército del Aire determinara que el actual C-101 no podría continuar proporcionando entrenamiento básico para los alumnos a partir de septiembre de 2021.
Por ello, alegaba en abril la resolución del Gobierno, debía disponerse de un nuevo sistema con las capacidades tecnológicas que garanticen una formación adecuada a los pilotos alumnos a partir de dicha fecha.
El Programa Avión Entrenador pretende acometer la sustitución del material actual para cubrir las necesidades de enseñanza del Ejército del Aire en la fase elemental de la misma.
Este modelo de avión C-101 fue fabricado por la empresa Construcciones Aeronáuticas (CASA), realizó su primer vuelo en 1977, pero se introdujo en el Ejército en 1980. Es el aparato utilizado por la 'Patrulla Águila', el grupo de vuelo acrobático del Ejército del Aire en el que también volaba el comandante Francisco Marín, fallecido hoy. El citado grupo tiene su base en San Javier (Murcia).
Según señaló el Gobierno en abril, el estado actual de las distintas fases de la enseñanza aeronáutica militar presenta una retirada del servicio de los distintos sistemas, gradual y escalonado entre 2021 y 2027.
Según la decisión del Ejecutivo, la modernización de la enseñanza de vuelo permitirá la adaptación de la formación de los alumnos de la Academia General del Aire a las tecnologías empleadas en las modernas aeronaves operativas, tanto a las ya existentes como a las futuras, satisfaciendo requisitos de formación más elevados y propios de un Sistema Integrado de Enseñanza 'Integrated Training System' (ITS), más eficiente y mejor orientado al empleo de las tecnologías que el actual.
Así, afirmaba el Gobierno, el sistema elegido permitirá la reducción de horas de vuelo en las unidades de conversión operativa a los aviones de combate de primera línea.