Sectores del instituto armado mantienen sus recelos por la idoneidad de algunos nombramientos del equipo de Grande-Marlaska
MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes un Real Decreto con la reestructuración policial dentro del nuevo organigrama diseñado por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que contempla la recuperación para la Policía y la Guardia Civil de la figura del director adjunto operativo (DAO) que fue eliminada por su antecesor en el cargo, Juan Ignacio Zoido.
Aparte de la cadena de mando policial, el organigrama aprobado por Grande-Marlaska y su equipo en Interior prevé potenciar Instituciones Penitenciarias, a la que se sumará una nueva dirección general de Ejecución Penal y Reinserción Social. No obstante, se reduce de siete a seis el número de subdirecciones generales que integran la Secretaría General por las obligaciones de contención del gasto público.
En sus primeros discursos el ministro se ha comprometido, igualmente, a mejorar la lucha contra la violencia de género y aumentar la presencia de la mujer en ambos Cuerpos, así como respetar la equiparación salarial con respecto a las policías autonómicas.
Grande-Marlaska ya ha acometido en estas primeras semanas otros cambios de calado en los responsables de la seguridad del Estado, especialmente en puestos clave como el Gabinete de Estudios y Coordinación de la Secretaría de Estado de Seguridad y el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), lo que ha despertado recelos en sectores de la Guardia Civil al considerarse perjudicados en el siempre sensible equilibrio entre ambos Cuerpos.
Según ha informado el Ministerio del Interior, se modifica las cuatro antiguas jefaturas centrales de la Policía aprobadas por Zoido --Seguridad Ciudadana y Coordinación; Información, Investigación y Ciberdelincuencia; Recursos Humanos y Formación; y Logística e Innovación-- para retomar la denominación de Subdirecciones Generales. En lo referente a la Dirección General de la Guardia Civil, el Real Decreto contempla una reubicación de funciones entre sus diferentes Unidades, cambiando la denominación de algunos órganos con rango de Subdirección General.
La aprobación de la reestructuración de la cadena de mando se esperaba desde el nombramiento de los nuevos directores de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Pardo y Félix Azón, respectivamente. Ahora se abre un plazo para elegir a los candidatos a ocupar el puesto de DAO, lo que en la práctica supondrá ejercer el mando operativo de ambos Cuerpos, en directa dependencia a su vez de la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella Gómez.
LA 'GUERRA DE COMISARIOS'
Grande-Marlaska deshace así el organigrama diseñado por su antecesor en el Ministerio, Juan Ignacio Zoido, quien decidió suprimir la figura del DAO que, en el caso de la Policía, vivió envuelta en polémicas por el desempeño que llevó a cabo el comisario Eugenio Pino, siendo titular de la cartera Jorge Fernández Díaz. Una comisión de investigación en el Congreso determinó que se hizo un uso partidista de las Fuerzas de Seguridad del Estado, especialmente para hacer frente al plan independentista en Cataluña.
Fue durante la primera Legislatura de Mariano Rajoy cuando se desarrollaron algunas actividades policiales de la conocida como 'guerra de comisarios', entre ellos el polémico José Villarejo, jubilado y en prisión desde el pasado noviembre y objeto en la actualidad de investigación judicial por, entre otros asuntos, las cintas de Corinna zu Sayn-Wittgenstein sobre el Rey Juan Carlos y el CNI.
Al relevar a Fernández Díaz, Zoido -que siempre negó la existencia de una policía política-- optó por una estructura de mando más horizontal con cuatro jefes centrales en la Policía y otros tantos mandos en la Guardia Civil, dependientes de los directores generales. Los cambios del ministro del PP fueron acogidos con críticas en ambos Cuerpos, sobre todo en el instituto armado al entender que no se había actuado con la debida corrección hacia el entonces máximo jefe operativo, el teniente general Pablo Martín Alonso, uno de los mandos más respetados dentro de la corporación.
En la práctica los 'hombres fuertes' de Zoido fueron en la Policía el comisario principal José Antonio de la Rosa, su jefe de seguridad cuando fue Alcalde de Sevilla, y en la Guardia Civil el teniente general Laurentino Ceña. El primero era el jefe central de Seguridad Ciudadana y Coordinación y el segundo el Mando de Operaciones Territoriales.
La cúpula de las Fuerzas de Seguridad del Estado heredada por Zoido figuraban otros dos comisarios principales para cuestiones más burocráticas: Manuel Javier Peña era jefe central de Recursos Humanos y Formación y José García Losada el de Logística e Innovación. En la Guardia Civil son tenientes generales: Francisco Díaz Alcantud ocupaba el Mando de Personal y Formación y Ángel Gozalo el de Apoyo e Innovación.
CAMBIOS EN EL CITCO Y EL GABINETE DE COORDINACIÓN
Al frente del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) Grande-Marlaska ha propuesto al general de brigada Ángel Alonso Miranda, hasta ahora jefe de la Guardia Civil en Galicia. Sustituirá al comisario José Luis Olivera, que ocupaba este cargo desde la creación del centro a finales de 2014.
En otro puesto sensible, el del Gabinete de Coordinación y Estudios dentro de la Secretaría de Estado, el cambios fue a la inversa. El elegido es el comisario de la Policía José Antonio Rodríguez, poniendo fin a la tradición de que se optara por un mando de la Guardia Civil. El último de ellos en este puesto, durante la etapa de Zoido, fue Juan Hernández Mosquera, quien rechazó pasar a dirigir el CITCO, según confirmaron a Europa Press fuentes del Ministerio de Grande-Marlaska.
Este último nombramiento despertó críticas en sectores de la Guardia Civil, incluido asociaciones de mandos del instituto armado, con la posterior respuesta en defensa del comisario Rodríguez --que ya trabajó a las órdenes del exministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba-- de los sindicatos representativos de la Policía Nacional. Desde el primero de los dos Cuerpos se ha insistido estos días en la necesidad de mantener el equilibrio en los puestos de responsabilidad, algo que consideran en entredicho con el equipo de Grande-Marlaska.
La modificación de la estructura orgánica también alcanza a la Subsecretaría del Ministerio del Interior. Dentro de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias se crea la Subdirección General de Formación y Relaciones Institucionales, además de reforzar la coordinación y la supervisión de la política de protección de datos y de las actividades vinculadas con las evaluaciones de las políticas públicas. Interior ha explicado que el Real Decreto "no supone coste económico alguno" al ya existente.