Servirá para comprobar si hay acercamiento del Ejecutivo con ERC después del acuerdo para que se reúnan Sánchez y Aragons
MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno afronta el Debate sobre el estado de la Nación con el objetivo de defender su gestión y de marcar sus prioridades para el año y medio restante hasta las siguientes elecciones generales. La cita viene marcada por la derrota socialista en las últimas elecciones andaluzas, los nubarrones económicos por el alza de la inflación y la guerra de Ucrania, así como las discrepancias en el seno de la coalición escenificadas en las últimas semanas. En este sentido, los socialistas son conscientes de que Podemos mostrará posiciones diferentes en algunos temas aunque esperan su respaldo al grueso de la acción del Ejecutivo.
Por tanto, desde Moncloa consideran que la celebración del debate será una gran oportunidad para que el presidente, Pedro Sánchez, explique las medidas que ha tomado el Ejecutivo en estos dos años y medio que llevan gobernando, tal como afirmó el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, el 1 de julio, día en que solicitaron formalmente que el debate se celebrase entre los días 12 y 14 de este mes.
Asimismo trasladó que será el momento de explicar los planes de futuro y las prioridades del Gobierno para el año y medio que resta de legislatura. "Todas para reforzar el Estado de Bienestar, garantizar el crecimiento económico, seguir consolidando el crecimiento de empleo y para ampliar derechos", manifestó Bolaños.
En este sentido, fuentes del PSOE precisan que el discurso del presidente seguirá tres líneas principales: la gestión de la legislatura, las medidas que ha adoptado el Ejecutivo y finalmente los "grandes desafíos" que quedan por afrontar en materia económica y social.
ESPERAN QUE PODEMOS MARQUE DIFERENCIAS
La coalición afronta el Debate dividido por el aumento del gasto en Defensa y por la llegada de nuevos destructores a la base militar de Rota, dos compromisos que salieron de la Cumbre de la OTAN celebrada en Madrid a finales de junio y a los que los morados se oponen. Días después el Gobierno anunció la aprobación inmediata de un gasto extra de 1.000 millones de euros para Defensa y el socio minoritario acusó a la parte socialista de colarles la medida sin un acuerdo previo.
A continuación, en medio de la tensión interna, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, pidió la convocatoria de la comisión de seguimiento de la coalición, aunque la cita aún no tiene fecha para celebrarse.
Los socialistas son conscientes, por tanto, de que habrá aspectos en los que Unidas Podemos exprese una opinión diferente, según han indicado las citadas fuentes, aunque también esperan que los morados muestren respaldo como parte del Gobierno que son.
A este respecto, otras fuentes del partido piensan que Unidas Podemos marcará sus posiciones aunque no se pondrán de manifiesto posturas irreconciliables. Además, creen que en los días previos al debate buscarán un apaciguamiento de las discrepancias, porque a los dos grupos les interesa mostrarse cohesionados y evitar un elevado nivel de ruido interno que pueda lastrar la coalición en los próximos meses. En esta misma línea, creen que Yolanda Díaz tratará de contener las diferencias y acercar posturas entre las dos partes.
RECONDUCIR LA RELACIÓN CON ERC
Por otro lado, el debate también servirá para testar cómo están la relación con ERC, uno de los principales socios de investidura con el que el Gobierno no ha atravesado su mejor momento, principalmente a causa del presunto espionaje con el sistema 'Pegasus' a líderes independentistas.
En el PSOE, sin embargo, esperan "empatía" por todas las circunstancias que ha vivido el país y ha enfrentado el Gobierno, desde la pandemia hasta la guerra de Ucrania aunque dan por hecho que recibirán críticas de sus socios independentistas.
Desde que el escándalo estalló el pasado mes de abril, el Gobierno ha tratado de recuperar la sintonía con esta formación. Fue destituida la directora del CNI, Paz Esteban, después de que desde ERC se reclamasen responsabilidades políticas. Además, se han llevado a cabo varios encuentros entre el Gobierno Central y la Generalitat. Pedro Sánchez se vio con el presidente, Pere Aragons, en el mes de mayo y acordaron cerrar una reunión formal. Además, el ministro Bolaños se ha reunido en tres ocasiones con su homóloga, Laura Vilagr.
El último de estos encuentros se produjo este viernes y ambos cerraron que Sánchez y Aragons celebrarán una reunión formal el próximo 15 de julio en La Moncloa. También pactaron un documento conjunto en el que se comprometen a reunir la mesa de diálogo al menos en dos ocasiones durante este año y avanzar en la "desjudicialización" del "conflicto político", según lo han definido.
Con estos precedentes, aún queda por ver cuál es la reacción de ERC esta semana en la tribuna del Congreso, toda vez que en los últimos meses los independentistas han negado su respaldo al Gobierno en las votaciones más importantes que ha llevado a la Cámara Baja. ERC no apoyó la reforma laboral --previo al escándalo de 'Pegasus'-- tampoco el decreto anticrisis ni a la nueva ley de Memoria Democrática que se aprobó en comisión esta semana.
Respecto al PP, el PSOE le exige altura política y la responsabilidad que hasta el momento siguen "sin ver". También le reclaman al principal partido de oposición que reconozca las cosas que el Gobierno ha hecho bien, en especial, los datos récord de empleo a pesar de las circunstancias de los últimos años.
EXPLICACIONES DEL ASALTO A LA VALLA DE MELILLA
Por otro lado, Pedro Sánchez anunció que dará explicaciones sobre el asalto a la valla de Melilla del pasado 24 de junio, cuando alrededor de 2.000 migrantes intentaron acceder a territorio español. En este trágico episodio murieron al menos 37 personas en suelo marroquí, aunque las causas de los fallecimientos aún están por aclararse.
En una entrevista en la cadena SER el 29 de junio, al ser preguntado sobre si comparecería en el Congreso para dar cuentas de este suceso, Sánchez dijo que piensa que el asunto surgiría en el Debate sobre el estado de la Nación, al tiempo que descartó una comparecencia específica como reclamaba el PP y los socios parlamentarios del Ejecutivo.
En ese sentido, admitió que los gobiernos tienen que rendir cuentas, pero insistió en que los culpables son las mafias que trafican con personas. En todas sus intervenciones sobre este asunto, Sánchez ha elogiado la labor de Marruecos para luchar contra la inmigración ilegal y ha subrayado que es un país que también sufre presión migratoria.
LA INFLACIÓN EN DOS DÍGITOS
Finalmente, el Gobierno se enfrenta al debate en un contexto económico condicionado por la elevada inflación, que en junio se disparó hasta el 10,2% --la mayor subida de precios desde 1985-- empujado por el alza de los combustibles y los alimentos. Sin embargo, las perspectivas económicas que va a trasladar el presidente son positivas.
Así se desprende del escrito de solicitud formal para la celebración del debate presentado en el Congreso, en el que el Gobierno sostiene que la previsión para los ejercicios 2022 y 2023 es que la economía española "se mantenga en una senda de crecimiento superior al de las principales economías avanzadas", a pesar de la elevada incertidumbre a causa de la situación geopolítica y la "fuerte subida" de los precios de la energía.
El empuje de la economía estará apoyado, según el Gobierno en la creación de empleo "de calidad", la recuperación del turismo y el impulso de las reformas del plan de recuperación.
No obstante, en una reciente entrevista Sánchez advirtió a los españoles que se preparen para cualquier escenario en los próximos meses porque la escasez de gas y petróleo es "un riesgo cierto", en el contexto de la guerra según afirmó.