El Ejecutivo garantiza que los intereses económicos en la venta de armas no están por encima del respeto a los derechos humanos
MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno abrió una investigación para esclarecer la posibilidad de que material antidisturbios español estuviese siendo vendido al Ejecutivo venezolano de Nicolás Maduro pese al veto impuesto en 2014, pero finalmente descartó esa sospecha, según ha revelado este martes la secretaria de Estado de Comercio, Marisa Poncela.
Durante su comparecencia en el Congreso para exponer el informe de exportaciones de material de defensa en el año 2016, Poncela ha sostenido que el Ejecutivo hace un seguimiento "exhaustivo" de las ventas de armas que se autorizan para garantizar que no son usadas contraviniendo la legislación vigente ni contra los derechos humanos.
En este contexto, ha puesto como ejemplo el caso de Venezuela, país al que se suspendió la venta de material antidisturbios en el año 2014. Según ha desvelado, se abrió una investigación sobre la posibilidad de que material español de este tipo estuviera llegando al Gobierno de Maduro a través de un tercer país que no ha desvelado.
Sin embargo, la investigación se cerró descartando esa opción debido a que "no se apreció correlación" entre el aumento de las exportaciones españolas a ese tercer país y el incremento de sus ventas a Venezuela, según ha explicado la secretaria de Estado.
Poncela ha insistido durante su comparecencia en que las exportaciones de material de defensa son sometidas a unos estrictos controles de uso y destino final, como ha subrayado que ocurre también en el caso de Arabia Saudí y el resto de países árabes inmersos en la ofensiva en Yemen.
En este sentido, ha explicado que estas exportaciones son sometidas a un especial control de uso. Y, en concreto, las exportaciones realizadas a Arabia Saudí en 2016 por valor de 116 millones de euros fueron realizadas con garantías de uso interno y no reexportación.
ARMAS ESPAÑOLAS EN YEMEN
En cuanto al informe de la consultora 'Armament Research Services' (ARES), que alertaba del hallazgo de material español en Yemen, ha asegurado que el Gobierno no autorizó ninguna exportación a ese país ni tiene conocimiento de que armas españolas hayan llegado a manos de la facción rebelde yemení.
"No es descartable sin embargo que hayan sido tomados en asaltos a puestos fronterizos saudíes", ha reconocido apuntando en todo caso que el informe ARES tampoco tiene constancia de que esas armas en manos de los rebeldes estén operativas o puedan ser "sólo carcasas de los lanzagranadas".
En cualquier caso, ha garantizado que si el Gobierno tuviera conocimiento de un uso indebido de las exportaciones españolas aplicaría "sin lugar a dudas" la legislación vigente, que le permite suspender o revocar las autorizaciones concedidas.
La secretaria de Estado de Comercio ha subrayado que el respeto a los derechos humanos marca la venta de armas a otros países y el Gobierno "no tiene intención" de dar prioridad sobre ellos al comercio de armamento. "No priman los intereses económicos y comerciales por encima del respeto a los derechos humanos", ha garantizado.
DENEGACIONES DE VENTAS
De hecho, el informe relativo a las exportaciones del año 2016 revela que se denegó la venta a Libia de chalecos de protección por considerar que vulneraba el acuerdo europeo de venta de material de defensa debido a la situación interna del país.
En 2015 fueron cuatro las denegaciones: dos a Rusia de venta de un rifles de caza y pistolas de uso deportivo, una a Venezuela de recambios de motor para un camión de transporte y la cuarta a Israel para la venta de una sustancia propulsante de cohetes.