Los ministros cierran filas en torno a Ábalos y denuncian el uso recurrente de Venezuela como "comodín" de la derecha
MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
Interior dice que la Policía evitó que Delcy Rodríguez entrase en España pero no decidió sobre su viaje posteriorÁbalos cifra en casi media hora su encuentro con la vicepresidenta de Venezuela pero afirma que no trató nada con ella
El Gobierno ha minimizado este lunes la escala que la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, hizo la semana pasada en el aeropuerto de Barajas camino de Turquía y ha acusado al PP de usar la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid para pretender dirigir la política exterior española respecto a Venezuela, una competencia reservada en exclusiva al Gobierno.
En declaraciones a los medios de comunicación antes de asistir a la reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ha negado que haya existido "crisis" alguna motivada por el paso de Rodríguez por Barajas a pesar de que se trata de uno de los dirigentes del régimen de Maduro que tiene prohibido entrar en territorio de la UE e incluso hacer tránsito.
Lo que ha habido, ha denunciado Calvo, es "una oposición, el PP, utilizando instituciones como la Comunidad y el ayuntamiento de Madrid para hacer política exterior", cuya dirección es competencia exclusiva del Ejecutivo, según establece la Constitución española.
Calvo se refería así al recibimiento que estas dos instituciones gobernadas por el PP dieron al presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, en su visita a la capital este sábado y las críticas que desde este partido se han vertido contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que no se vio con Guaidó y delegó su recibimiento en la ministra de Exteriores, Arancha González Laya.
La consigna que tenían este lunes los miembros del Gobierno era la de cerrar filas con el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, que se vio con Rodríguez durante una media hora en la medianoche del domingo al lunes de la semana pasada, y restar trascendencia a la escala de varias horas en Madrid de la 'número dos' de Maduro.
TRES PIES AL GATO
El ministro de Ciencia, Pedro Duque, ha señalado a los medios de comunicación respecto a este asunto que "no hay que buscar tres pies al gato", en un desayuno informativo protagonizado por el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig.
En el mismo foro y en una línea similar, la titular de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha considerado que Ábalos ha dado "explicaciones suficientes" que ahora permiten al Gobierno centrarse "en lo importante". Para Ximo Puig este asunto no es más que una "serpiente de verano en invierno".
En una entrevista en Onda Cero, la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera, se ha quejado de que el entrevistador estuviese más interesado, según su percepción, en el asunto de la escala de Delcy Rodríguez que de los efectos del paso de la tormenta Gloria por España.
También ha expresado cierto malestar por la insistencia de los medios de comunicación al preguntar por este asunto el portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE y alcalde de Valladolid, Oscar Puente. "Ya estamos con el comodín de Venezuela, el comodín recurrente para la derecha española", ha respondido antes de entrar en la sede del partido en la calle Ferraz.
"Yo creo que se han dado explicaciones más que de sobra y no hay mucho más que añadir, la cosa ya está muy clara", ha indicado antes de opinar que no ve "diferencias sustanciales" en las sucesivas versiones que ha ido dando el ministro Ábalos sobre su encuentro con Rodríguez en el aeropuerto.
El titular de Transportes ha explicado que tuvo conocimiento de que Rodríguez se disponía a aterrizar en Barajas un par de horas antes de que la aeronave tomase tierra y que, a petición del Ministerio del Interior, subió al avión para recordarle a Rodríguez que no estaba autorizada a entrar en España.
A pesar de que estuvo entre 20 y 25 minutos, según su relato, en el interior del avión, no habló con ella de ningún otro asunto más allá de recordarle su prohibición de entrar en el país en virtud de las sanciones diplomáticas de la UE.