MADRID 11 May. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del Gobierno y ministro de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo, ha rehusado este viernes entrar a valorar la última decisión del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena dejando la puerta abierta a que se pueda entregar a Carles Puigdemont por sedición y se ha limitado a asegurar que esa decisión compete a la Justicia. Eso sí, ha admitido que las cuestiones penales son "siempre complicadas".
En concreto, Llarena se ha dirigido al tribunal regional de Schleswig-Holstein --que tiene pendiente decidir sobre la entrega a España del expresident de la Generalitat Carles Puigdemont-- para recordarle que los delitos de rebelión y malversación no son los únicos por los que puede ser juzgado en nuestro país, ya que las conductas que se le atribuyen también podrían ser objeto de petición de condenas por otros tipos penales como la sedición o la conspiración para dicha rebelión.
"Nunca valoramos actuaciones judiciales porque creemos que la independencia del Poder Judicial implica no valorarlas", ha dicho Méndez de Vigo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
ES EL JUEZ EL QUE DEBE VALORARLO
Al ser preguntado si cree que Alemania será ahora más sensible a la extradición de Puigdemont, ha señalado que las cuestiones penales "son siempre complicadas" y ha añadido que "encajar conductas delictivas en un tipo penal" es "una valoración que compete al juez".
Aunque ha dicho que en España "todo el mundo opina sobre esto", el Gobierno tiene que ser "prudente y cauto en estas cosas" y dejar que sea el juez el que lo valore. "Si el juez ha hecho una cosa y ahora otra será porque lo ha valorado así. No tenemos nada que opinar al respecto", ha concluido.