MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
El Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación ha presentado una protesta formal ante el Gobierno de Nicolás Maduro ante los "insultos" dirigidos al embajador español, Jesús Silva después de que el opositor Leopoldo López huyese de la residencia del embajador de España en Venezuela.
La protesta, materializada con una "nota verbal", la ha desvelado la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica y el Caribe, Cristina Gallach, ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, cuando la diputada 'popular' Belén Hoyo le ha instado a responder y a condenar un tuit de Maduro contra el embajador.
Gallach ha replicado que ella trabaja para el Ministerio de Asuntos Exteriores, no de "polémicas exteriores" y que ponerse a responder con tuits podría generar una "situación absurda".
"Lo que hizo este Ministerio, hace unos días, cuando empezaron los primeros insultos al embajador, fue una nota verbal bien clara y bien argumentada que está desde hace horas en manos del Gobierno del señor Maduro", ha afirmado Gallach.
Las notas verbales son el medio de comunicación habitual entre los Ministerios de Asuntos Exteriores y las Embajadas de los países extranjeros.
La diputada Belén Hoyo ha enarbolado ante la comisión un tuit de Maduro en el que afirma que tilda al embajador Silva de "racista, colonialista y golpista" y dice que "se va de Venezuela con plena garantía a su inmunidad diplomática", además de acusarle de estar "involucrado en la planificación de la incursión marítima de la 'Operación Gedeón' y en la fuga de Leopoldo López".
La marcha de Leopoldo López, que se encontraba acogido en la residencia de la Embajada de España desde el 30 de abril de 2019, motivó una dura reacción del ministro venezolano de Exteriores, Jorge Arreaza, que acusó a España de estar implicada en la "fuga ilegal de un peligroso delincuente".
Además, una vez que López llegó a España y se reunió con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Maduro tildó al jefe del Ejecutivo español de "desinformado", a López de "golpista" y "terrorista" y al embajador de "colonialista", "racista" e "imperialista".
La secretaria de Estado ha subrayado que la situación en Venezuela es "suficientemente compleja" para que todo el mundo se ponga a trabajar para conseguir unas elecciones presidenciales y legislativas democráticas.
En sus intervenciones públicas, el Ministerio ha evitado elevar el tono de la confrontación. La ministra, Arancha González Laya, dijo el martes que Leopoldo López era un huésped de la Embajada española en Caracas, "no un rehén", y por eso se fue cuando quiso.
González Laya dijo comprender que la salida de López del país latinoamericano "es algo que preocupa a las autoridades venezolanas", y mostró la colaboración del Gobierno español para "esclarecer lo que haya que esclarecer", pero "siempre dentro del respeto de las convenciones diplomáticas que rigen las relaciones entre dos países".