MADRID 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno mantiene su respaldo al plan de autonomía marroquí para el Sáhara como la vía para resolver un conflicto que dura ya casi cinco décadas después de que el enviado especial de la ONU, Staffan de Mistura, volviera a poner esta semana la partición de la antigua colonia sobre la mesa.
"España no cambia su posición", han trasladado a Europa Press fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores, incidiendo en que el propio De Mistura ya reconoció ante el Consejo de Seguridad que ni Marruecos ni el Frente Polisario "están de acuerdo" con la solución de la partición.
El enviado especial de la ONU para el Sáhara compareció el miércoles a puerta cerrada ante el Consejo de Seguridad para informar de sus gestiones para intentar facilitar una solución al conflicto.
Durante su intervención, según ha podido constatar Europa Press en la transcripción de sus palabras, explicó que había planteado a las partes "el concepto de partición del territorio, con el norte para Marruecos y el sur para el Frente Polisario, en la parte de la antigua colonia española que en su día controló Mauritania.
De Mistura indicó que "algunos países" de la zona y fuera de ella habían "expresado cierto interés" en esta posibilidad, si bien tanto Marruecos como el Frente Polisario no habían trasladado "ninguna señal de voluntad de explorar" esta opción.
España dio su aval al plan de autonomía marroquí para el Sáhara, formulado por el reino alauí en 2007, en una carta que remitió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a Mohamed VI en la que sostenía que dicho documento constituía "la base más seria, realista y creíble" para resolver esta cuestión.
Este gesto sirvió para desbloquer la crisis diplomática con Rabat pero abrió otra nueva con Argelia, principal valedor del Frente Polisario, quien a su vez denunció la "puñalada por la espalda" del Gobierno español.