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Foto: Ministerio de Interior |
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MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presunto 'liberado' del 'comando Vizcaya' de ETA Arkaitz Goikoetxea, detenido ayer en Bilbao en una operación junto a otros ocho presuntos miembros legales de la organización terrorista, guardaba en su domicilio cinco mapas de Andalucía, la Costa del Sol y Lisboa (Portugal) y tres carnés falsos de la Guardia Civil que incluían su fotografía, según informaron fuentes de la investigación.
Goikoetxea, que se había dejado barba y se había teñido el pelo, tenía también en una mochila un detonador eléctrico que no había sido preparado para ser utilizado, así como una pistola y un revólver fabricados en Francia y una bolsa llena de balas. El detonador, que constaba de varios cables y pilas, se encontraba en el interior de una bolsa de congelados.
La Guardia Civil también se incautó en el registro del domicilio de Gaizka Jareño, que se produjo en Elorrio (Vizcaya), de otras dos pistolas.
DORMÍAN EN EL MOMENTO DE LA DETENCIÓN
En la vivienda de Goikoetxea, situada en el barrio de Santutxu, se encontraban en el momento de la detención otras dos presuntas miembros legales de ETA: Maialen Zuazo Aurrekoetxea, que compartía dormitorio con el presunto 'liberado', y Ana Belén Prieto Furundarena, que se encontraba en otra habitación. Todos ellos se encontraban durmiendo en el momento de la detención.
Entre las pertenencias del presunto 'liberado' también se encontraban varios sobres con dinero, un ordenador que éste reconoció como suyo y que fue volcado por los efectivos del instituto armado que participaron en la operación, y tres 'pen drive' con diversa información que tendrá que ser analizada.
UN HUÍDO EN LA OPERACIÓN
La operación desarrollada por la Guardia Civil tenía como objetivo la detención de diez personas, aunque una de ellas logró zafarse de la vigilancia policial, según indicaron las citadas fuentes, que descartaron en todo caso que el fugado sea el presunto 'liberado' del 'comando Vizcaya' Jurdan Martitegi.
Las detenciones, que se llevaron a cabo tras detonar una pequeña carga explosiva en la puerta blindada de la vivienda en la que se encontraban los detenidos, ponen fin a una operación de la Guardia Civil basada en vigilancias que se han efectuado durante varias semanas.