El exconseller y diputado de JxSí en el Parlament Germà Gordó ha anunciado este martes que deja el PDeCAT tras 37 años de militancia y seguirá como diputado no adscrito en el Parlament tras saberse que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) le investiga por supuesta participación en la trama del presunto cobro de comisiones ilegales en CDC. En un comunicado, ha tomado una decisión "que no va contra nadie" tras tomarse unos días de reflexión ante la presión ejercida por su partido para que renunciara al escaño, y también por el resto de fuerzas de la oposición. "Causo baja del nuevo partido PDeCAT, y evidentemente del grupo parlamentario JxSí, y permaneceré como diputado no adscrito, en el sentido que me ha pedido la plataforma Nova Convergència y tras haberlo hablado con algunos dirigentes del partido y algunos compañeros de escaño", ha asegurado. Según Gordó, esta decisión, "además de poner final al conflicto referido con la dirección del PDeCAT, es una declaración de intenciones políticas", supone una puerta abierta al futuro de la política catalana para aportar ideas, principios y actuaciones que, en su opinión, están huérfanas de representación. Lo hará a través de Nova Convergència, destacando que meses atrás se dotó de una mínima organización para tomar decisiones: "Sin personalismos, querría ofrecer a tanta gente que me consta que lo reclama, un futuro de plenitud nacional, progreso social y económico y fomento de la convivencia". Aunque se abre a colaborar con los que han sido sus compañeros de militancia, considera "incomprensible" la actitud de su partido, empezando por la de la coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal. El exconseller ha destacado que el viernes, tras abrirse investigación contra él, acordó con la dirección del partido un comunicado donde renunciaba a presidir la comisión de justicia de la cámara "para evitar que alguien malévolamente considerara que la situación perjudicaba el proceso" soberanista, pero que iba a conservar el escaño. Sin embargo, horas después, Pascal, le exigió públicamente que abandonara el partido, lo que supuso "un punto de inflexión que de manera evidente ha llevado a una situación de pérdida de confianza mutua". Para Gordó, se trata de un cambio de criterio "incompresible", y más ahora que JxSí trabaja en una reforma que establece que sea la apertura de juicio oral y no una investigación lo que obligue a los diputados a dejar de ejercer sus funciones, aunque no el acta de diputado. También le choca que haya electos en el PDeCAT investigados a los que no se les cuestiona que sigan desarrollando su trabajo: "No tiene sentido defender el derecho a la presunción de inocencia si no se puede materializar. Es como si alguien defiende el derecho de autodeterminación pero no lo deja ejercer". Tras recordar su temprana militancia por ideología y convencimiento, ha apuntado que estar en un partido no significa estar de acuerdo con todo lo que se hace, pero que siempre ha asumido "responsablemente" todas las decisiones que se han tomado aunque discrepara de ellas. Sin embargo, ha añadido que asumir decisiones no conlleva no tener opinión o poderla manifestar, y que así lo ha hecho sobre determinadas cuestiones de orden ideológico y estratégico que "no fueron consideradas adecuadas por la dirección, o hasta en algún caso por la mayoría de la militancia". Así, ha recordado que discrepó de cuestiones como declarar "obsoleto un activo tan inmenso como CDC, o dejar de lado valores esenciales para una sociedad moderna y democrática, que CDC siempre defendió e hicieron crecer Catalunya durante muchos años".