MADRID, 1 Jul. (OTR/PRESS) -
Listos para atentar y con objetivos marcados. Así estaban los GRAPO a tenor de lo concluído por la Guardia Civil tras el análisis de la documentación en posesión de los seis presuntos miembros de la banda detenidos el pasado 6 de junio en Barcelona. Tenían información "trabajada" sobre objetivos contra los que pretendían atentar, regresando de esta forma a las "acciones políticas", según confirmaron fuentes próximas a la investigación.
Los agentes confirmaron el posible regreso de las actividades de los GRAPO contra civiles o miembros de las Fuerzas de Seguridad, inexistentes desde el asesinato del policía nacional Francisco Sanz Morales en el año 2000 mediante un disparo en la nuca.
Uno de los miembros del aparato militar de los GRAPO, Jorge García Vidal, había ensayado con explosivos en los últimos meses, incluso en campo abierto. En el piso que compartía en Barcelona se hallaron, además, detonadores caseros, temporizadores, pólvora, azufre y manuales de fabricación de bombas.
Los investigadores no descartan que, de no haberse producido los arrestos, se hubisen llevado a cabo atentados. En los registros de los zulos hallados se localizaron también revólveres, uno de ellos usado en el asesinato de Ana Isabel Herrero en febrero de 2005.
ESTRUCTURA INTERNA
Las investigaciones arrojan luz sobre la estructura de los GRAPO, que estaría compuesra por García Vidal, Israel Clemente, y seguramente Lucio García, persona que condujo a la Guardia Civil al culo de Arenys de Munt.
El número uno y líder de la banda seguiría siendo Manuel Ramón Arango, máximo cabecilla en libertad. Desde la cárcel, Manuel Pérez Matínez podría estar también ejerciendo su influencia. Los últimos detenidos se repartían los Comités General y Central, de tal forma que García Vidal pertenecía a ambos.
La Guardia Civil centra ahora sus objetivos en frenar cualquier posible intento de restructuración. Las fuentes consultadas han detectado la voluntad de la organización de "seguir" con sus acciones sin abandonar la "lucha armada", especialmente de mano de los ex presos o personas del entorno de la banda.
En la última edición del boletín del PCE-GRAPO, de abril, apostaba por "continuar relanzando la resistencia en todos los terrenos, incluido el de la lucha armada revolucionaria". "De esta manera, no sólo podremos mantener la iniciatvia y conseguir que el Movimiento de Resistencia Antifascista siga desarrollándose, sino también liquidar cualquier estratagema de confusión por parte del Estado", menciona el citado documento.