MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
El operativo conjunto de las autoridades francesas y la Guardia Civil que se ha saldado con la detención de los jefes de ETA, Iratxe Sorzábal y David Pla, ha sido bautizada como 'Operación Pardines' en recuerdo a la primera víctima del Instituto Armado en 1968.
José Ángel Pardines Arcay era un guardia civil que tenía 25 años cuando fue asesinado por ETA en Villabona (Guipúzcoa) el 7 de junio de 1968. Estaba regulando el tráfico en una zona de obras junto a otro compañero, Feliz de Diego Martínez, que salvó su vida ese día, pero fue asesinado por ETA en 1979.
Un Seat con matrícula de Zaragoza ocupado por los etarras Iñaki Sarasqueta y Francisco Javier Echebarrieta, alias 'Xabi', se detuvieron junto al guardia. El agente halló algo sospechoso en la matrícula porque pidió la documentación del coche y se dirigió a la parte de atrás para comprobar el número de bastidor y contrastarlo.
En ese momento Echebarrieta sacó su arma y la disparó por la espalda. Tras caer boca arriba le asestó otros tres disparos en el pecho. Este terrorista, murió horas después en un enfrentamiento con la Guardia Civil en Tolosa.
Al darle este nombre a la operación, la Guardia Civil imprime a estas detenciones un carácter simbólico en el que pretende transmitir el golpe casi definitivo casi definitivo a la banda en el que se cierra el ciclo de violencia protagonizado por ETA durante medio siglo.
La Ley de reconoce además una víctima anterior atribuida a ETA, se trata de la niña Begoña Urroz, quien tenía 22 meses cuando murió en un atentado en la estación de tren de Amara de San Sebastián en 1960.