MADRID 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de la antigua Convergència en el Congreso, Francesc Homs, quiere utilizar la interpelación que dirigirá al Gobierno este miércoles en el Pleno de la Cámara para medir la disposición al diálogo del Ejecutivo respecto a Cataluña y comprobar la veracidad de las apelaciones al consenso que ha venido haciendo la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, desde que Rajoy la nombró ministra de Administraciones Territoriales.
"Hay que ver si esto es pura retórica o aparece algún tipo de compromiso", ha señalado en declaraciones en la Cámara Baja el portavoz independentista, quien ha anunciado que utilizará su debate con el Ejecutivo para poner sobre la mesa una propuesta concreta en esta materia.
El debate de Homs, que él confía tenga lugar con la vicepresidenta, aunque es facultad del Gobierno decidir quién le da la réplica, dará lugar a una moción que será sometida a votación en el Pleno el 13 de diciembre.
En concreto, la interpelación registrada por los independentistas tiene como objetivo exigir al Gobierno una respuesta ante los 46 temas que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, planteó a Rajoy el pasado abril durante la reunión que ambos mantuvieron en Moncloa, entre ellos el de dar una respuesta "política" al mandato democrático del referéndum del 27 de septiembre.
El portavoz del ahora rebautizado Partit Demòcrata Europeu Català (PDECat) no ha adelantado cuál será su propuesta, pero ha dicho esperar que la 'número dos' del Gobierno la reciba con la actitud "constructiva y positiva" que viene proclamando y que, ha garantizado, su formación va a seguir manteniendo.
DEROGAR LOS ATAQUES DE LA LOMCE A LA INMERSIÓN
En este punto, ha deslizado que el Gobierno podría demostrar que busca un acercamiento eliminando la disposición adicional de la LOMCE que obliga a la Generalitat a financiar la educación sólo en castellano de las familias que así lo pidan.
Homs ha reclamado, en concreto, que el Gobierno incluya esa derogación en el decreto-ley que tiene previsto aprobar para revertir algunos puntos de la LOMCE, porque, a su juicio, se ha demostrado que es "ridículo" cuando sólo 50 familias han pedido no estudiar con el sistema de inmersión. "Si hay voluntad de diálogo esas medidas que eran un ataque a la inmersión se podrían eliminar", ha dicho.