BARCELONA 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha advertido este lunes al soberanismo catalán de que sería "un monumental disparate y una decisión temeraria" declarar la independencia de Cataluña, y ha mentado que esto supondría la suspensión de la autonomía y dificultaría aún más encontrar una solución para el conflicto político.
En un artículo en 'The New York Times' recogido por Europa Press y titulado 'Una propuesta federal para España', el socialista insiste en que "probablemente la mejor forma de salir del actual atolladero" sea la convocatoria de unas elecciones anticipadas al Parlament.
Iceta defiende, además, que en el Congreso de los Diputados se ha abierto la posibilidad de dialogar a través de una reforma constitucional, y reivindica que esto es gracias a que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, "ha convencido" al presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy.
También destaca los efectos negativos que el proceso soberanista ha tenido en Cataluña y señala: "Lamentablemente, hemos comprobado estos últimos días cómo la independencia divide a los catalanes, nos aleja de la UE y ahuyenta a los bancos y a las grandes empresas".
Iceta concluye que las elecciones catalanas y la reforma constitucional son el camino que debe recorrer Cataluña, y no el enfrentamiento permanente en el que viven instalados el presidente del Govern, Carles Puigdemont, y el del Gobierno central, Mariano Rajoy.
"La mayoría no quiere que sigamos perdiendo el tiempo en querellas inútiles, la mayoría quiere que vayamos al grano, negociando duro y evitando conflictos y rupturas", continua, y asegura que esto derivaría en una Cataluña líder en España y en Europa.
Iceta desgrana su propuesta de reforma constitucional que incluye el reconocimiento de Cataluña como nación y un nuevo sistema de financiación basado en el principio de ordinalidad y reivindica conseguirlo a través de un "catalanismo orgulloso y pragmático".
1 DE OCTUBRE
El líder socialista también repasa el referéndum del 1 de octubre asegurando que fue una votación ilegal y sostiene que "incluso dando por buenas" las cifras de participación que dio el Govern, no permiten desarrollar su proceso soberanista.
También carga contra el papel que ejerció aquel día el Gobierno central, asegurando que aquel día tampoco estuvo a la altura "propiciando la vergüenza de las imágenes de cargas policiales desmesuradas".