Defienden su decisión "legítima" de comprar su chalé y también la de convocar la consulta que ha despertado críticas en los territorios
MADRID, 21 May. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y la portavoz parlamentaria, Irene Montero, han defendido este lunes su "decencia" y su "legítima" decisión de comprar un chalé de más de 600.000 euros en la sierra madrileña, así como de convocar una consulta a las bases para que sean sus militantes los que decidan si deben dimitir, en el caso de que consideren que su credibilidad se ha visto comprometida.
Así lo han asegurado en los pasillos del Congreso al ser preguntados por las críticas internas que crecen en su partido desde el sector anticapitalista y varios territorios, tanto por la compra de su vivienda como por la decisión de dejar en manos de sus bases su futuro tras esta polémica.
A este respecto, Iglesias y Montero, en sus respectivas comparecencias, han defendido su decisión y han aprovechado para avisar a sus críticos de que no serán ni ellos mismos "ni los barones territoriales y municipales" los que decidan sobre su futuro, sino las bases. Además, han señalado que esperan que si alguno de los dirigentes que les han criticado ven alguna vez comprometida su credibilidad, también pondrán su cargo a disposición de las bases.
"Hay una decisión personal que ha generado un debate sobre nuestra credibilidad. Uno puede dimitir por dos razones: porque ha cometido una ilegalidad o porque los que los que le colocaron en una responsabilidad política pierden su confianza. Lo que tiene que hacer un dirigente político decente cuando se cuestiona su credibilidad es someterse al criterio de las bases", ha defendido Iglesias.
SI SUS CRÍTICOS SE VEN CUESTIONADOS, QUE ACTÚEN IGUAL
En este sentido, el líder 'morado' ha añadido que está "convencido" de que los secretarios generales de Podemos en Asturias y en Andalucía, Daniel Ripa y Teresa Rodríguez, respectivamente, responsables de parte de esas críticas al comportamiento de Iglesias y Montero, "si alguna vez se cuestiona su credibilidad no se aferrarán a su escaño y su puesto y se someterán a sus bases que les eligieron".
"Las críticas siempre tienen que estar abierta, internas y externas. Cualquiera puede hacer críticas internas y externas. Espero que los compañeros que nos han criticado, si alguna vez ven su credibilidad puesta en cuestión, tengan la misma actitud que nosotros y pongan sus responsabilidades en manos de los inscritos. Eso es lo que hace un demócrata y un dirigente político que asume las consecuencias de sus actos", ha remarcado.
Asimismo, el secretario general 'morado' ha defendido que su pareja --la portavoz parlamentaria-- y él han tomado "una decisión personal legítima", y ha negado sentirse arrepentido. "Al contrario", ha afirmado. "He dicho muchas veces que estoy dispuesto a asumir niveles de exposición nada agradables para un ser humano, pero una cosa es eso y otra bien distinta es obligar a mis hijos a que asuman esos niveles de exposición", ha explicado.
DECISIÓN PERSONAL "OPORTUNA"
"Tomamos las decisiones personales que considero oportunas. A partir de ahí, si alguien pone en cuestión nuestra credibilidad, nos toca dar un paso al frente y preguntar a las bases si somos dignos de representar esas responsabilidades", ha añadido.
Iglesias ha dado a entender que las dudas que pueden surgir por este planteamiento tienen que ver con que "no es habitual en la política" que dos dirigentes pongan sus cargos a disposición de la militancia de su partido si su credibilidad se ha visto cuestionada.
"Creo que algunos que fueron incoherentes diciendo que no invistirían a Rajoy o que han cobrado sobresueldos ilegales podrían haber puesto sus cargos a disposición de la militancia de su partido. Nosotros somos diferentes también en eso", ha reivindicado.
En esta línea, ha señalado que si sigue siendo secretario general la próxima semana --la consulta arranca este martes y finaliza el domingo--, es que "los inscritos de Podemos así lo desean". "Creo que sería bueno que todos los políticos en este país actuaran de la misma manera", ha afirmado, para denunciar a continuación el "nivel de presión" al que están siendo sometidos.
"Lo que está ocurriendo tiene que implicar que nosotros demos un paso al frente y preguntemos a la gente si quieren que sigamos estando al frente o si consideran que las decisiones personales nos hacen no aptos para hacerlo", ha remachado.
"CADA CUAL PUEDE DECIDIR O NO PARTICIPAR"
Por su parte, Montero ha explicado que cuando se produce un debate como el que se ha abierto a raíz de la compra de su casa, sobre el que "se están pronunciado diferentes responsables autonómicos, municipales y estatales de Podemos", lo mejor que pueden hacer es que quien decida cómo zanjarlo sean "las bases".
"En Podemos no decidimos ni Pablo Iglesias, ni yo, ni ningún barón territorial ni municipal. En Podemos decide la gente y eso es lo que van a tener que decidir", ha asegurado la portavoz parlamentaria. "Cuando se genera un debate y es evidente que se ha generado sobre si somos coherentes y confiables y sobre si debemos seguir al frente de nuestras responsabilidades, lo mejor es que eso lo decidan nuestros inscritos", ha enfatizado.
Asimismo, ha señalado que, una vez convocada la consulta, "cada cual puede decidir o no participar", pero ha insistido en que su deber era convocar esa consulta para que se pronuncien los inscritos y sean ellos los que decidan sobre su futuro.
Además, ha aclarado que no le están preguntado a la gente si les parece bien la casa en la que viven, sino si son creíbles y confiables para seguir ocupando sus responsabilidades. "Eso es lo que tienen que responder", ha insistido.