MADRID 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil ha informado este martes de que el operativo internacional desarrollado en el Mediterráneo, que ha conseguido asestar un "golpe muy duro" a la red de tráfico de drogas y armas con el que se financiaban grupos vinculados al yihadismo, ha interceptado 1,2 millones de dosis de captagón, la sustancia que tomaron los terroristas de Daesh que atentaron en París.
Se trata de un "golpe muy duro" a una red que usaba buques en una ruta marítima por el Mediterráneo Oriental y camiones por otra terrestre cruzando el Sahel con destino a países como Libia, Siria e Irak, según el teniente coronel Javier Rogero, jefe de la brigada de la Policía de Judicial de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
En la operación, denominada URCA, han participado efectivos de la Guardia Civil y de otras policías de países como EEUU, Grecia, Italia, Marruecos o Egipto. Precisamente fuerzas de seguridad de este último país, según ha detallado el teniente coronel Rogero, han abordado "en una fecha muy reciente" un buque con hachís y con 1,2 millones de pastillas de captagón.
El captagón es una sustancia ilegal que mezcla anfetaminas y cafeína. Se consume sobre todo en Oriente Medio, provoca euforia y reduce el cansancio. Los miembros de Daesh suministran esta droga entre sus terroristas porque consideran que provoca pérdida de empatía. No obstante, Nuria Calzada, coordinadora estatal de Energy Control, aseguró en declaraciones a Europa Press tras los atentados en París que se trata de una falsa creencia y que su consumo está ligado más a momentos recreativos y no exclusivamente con el yihadismo.
El teniente coronel de la Guardia Civil ha subrayado que el hecho de que se transportara el captagón, sumado a otros datos recabados entre la documentación incautada y que está siendo analizada por los servicios de inteligencia de diversos países, refuerzan la tesis de que la red operaba en connivencia con la estrategia del Daesh y otros grupos insurgentes.
14 ESPAÑOLES
El grupo desarticulado utilizaba buques que salían desde Turquía para ser cargados de drogas en alta mar y, con el dinero recaudado, se financiaba la actividad de grupos terroristas y de insurgentes de países de la cuenca mediterránea oriental. Se trata de una operación coordinada por EUROPOL que arrancó en 2013 y con la que se ha detenido a 109 personas de diferentes nacionalidades, entre ellos 14 españoles sin perfil de combatientes o radicalizados. Son todos varones de entre 30 y 40 años.
En total, han sido cinco los buques de gran calado intervenidos en una operación desarrollada en varias fases en la que, con la coordinación de EUROPOL, han intervenido la Guardia Civil, el Servicio de Aduanas y Policía Nacional de Francia, la Guardia de Finanza y Dirección Central para los Servicios Antidroga de Italia, el Servicio de Guardacostas de Grecia y la DEA de EEUU.
Concretamente se han incautado 97.840 kilos de hachís. También se ha hecho lo propio con 5.000 armas largas y 500.000 cartuchos de munición 9 mm parabellum de un buque con bandera boliviana; así como 6.400 armas largas y 570.000 cartuchos y diez toneladas de nitrato amónico de otro barco de bandera de Togo, en este caso con destino final en la ciudad libia de Misrata, bastión del califato islámico.