GIRONA 26 May. (EUROPA PRESS) -
El ayuntamiento de La Jonquera sancionará con multas de hasta 3.000 euros a las prostitutas y los clientes que practiquen el sexo en espacios públicos. Este es uno de los puntos que desde el consistorio han decidido ampliar de la ordenanza de convivencia, y que se votará en el pleno del próximo jueves.
El alcalde de La Jonquera, Jordi Cabezas, explicó a Europa Press que los vecinos están "muy preocupados y enfadados" con el tema de la prostitución. Especialmente porque últimamente ya que se ha detectado que las prostitutas llevan a sus clientes "a zonas cercanas a escuelas y espacios deportivos donde hay muchos niños", concretó.
La modificación de la ordenanza prevé prohibir el sexo retribuido en el municipio en todas las zonas públicas, y multar "tanto a clientes como a prostitutas", matizó Cabezas. La sanción mínima, que contempla ser pillado por primera vez y en espacios apartados del núcleo urbano, será de 750 euros.
Si la infracción es más grave o existe reincidencia, la multa será de 1.500 euros, y en el caso de que la prostitución se practique cerca de zonas deportivas o escolares, entonces la sanción podrá llegar hasta los 3.000 euros, concretó el alcalde.
Si la modificación de la ordenanza se aprueba el jueves, Cabezas explicó que desde el ayuntamiento calculan poder empezar a sancionar en el mes de julio. De momento, agentes de la policía local empezarán, la próxima semana, a explicarla y a advertir a los posibles infractores. Durante los tres meses de verano, en La Jonquera patrullarán seis agentes más de refuerzo; así, la plantilla pasará de los 14 agentes actuales a 20.
La ampliación de la ordenanza, matizó Cabezas, también contempla sancionar con multas de hasta 750 euros la venta ambulante. Se multará a los vendedores, los compradores y los distribuidores, con el objetivo "de acabar con uno de los principales problemas del municipio", confesó Cabezas.
Esta medida, o parecidas, ya se está aplicando en otros municipios catalanes, como Barcelona o Lleida. Aunque el país pionero en este tipo de sanciones fue Suecia, que en 1999 ya empezó a multar a los clientes de las prostitutas.