MADRID, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
La juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ha confirmado que asume la investigación de los disturbios que tuvieron lugar el 11 de marzo en Pamplona, al entender que se enmarcan en una presunta conducta terrorista. En una resolución dada a conocer este miércoles, ordena no obstante devolver de momento la causa al Juzgado de Instrucción número 4 de la capital Navarra, que fue el que inicio la investigación sobre los incicidentes, hasta que la inhibición de éste sea firme.
El auto, de contenido técnico y que busca evitar un error procesal en la tramitación de este asunto, ha sido dictado por la titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 cinco días después de asumir la causa sobre este asunto.
En él explica que el juzgado de Pamplona que inició la investigación y que después se inhibió en favor de la Audiencia Nacional "no informó que la resolución no había alcanzado firmeza, al no haber transcurrido el término de la apelación".
Por ello, titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 devuelve las "actuaciones originales" al juez de Pamplona, quien está "obligado a continuar practicando todas las diligencias necesarias en tanto no recae decisión judicial firme resolviendo definitivamente sobre la inhibición".
En los incidentes del 11 de marzo en Pamplona un grupo personas del autodenominado Errepresiori Autodefentsa (Autodefensa contra la Represión) formaron barricadas, quemaron contenedores y arrojaron piedras contra la Policía. Tres jóvenes de Rentería (Guipúzcoa), Asier Petrirena, Rubén Iglesias y Endika Etura, fueron detenidos y permanecen en prisión provisional.
En el auto en el que aceptaba investigar los hechos, la juez Lamela estima que podrían constituir un delito de terrorismo y aclara que los acusados llevaron a cabo esta protesta "con la finalidad de subvertir el orden constitucional y alterar la paz pública".