El juez Pedraz rechaza investigar a Zapatero por presunta colaboración con ETA al no ver delito

Reprocha a Vox que haya usado "fuegos de artificio" para "adornar" su querella

MADRID, 18 (EUROPA PRESS)

El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha rechazado de plano admitir a trámite la querella que presentó Vox contra el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero por presuntos delitos de colaboración con banda armada, revelación de secretos y omisión del deber de perseguir los delitos durante la negociación que su ejecutivo mantuvo con ETA entre 2005 y 2007.

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 ha dictado un auto este jueves en el que ratifica los criterios de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que informó en contra de abrir diligencias de investigación sobre los hechos denunciados por el partido de Santiago Abascal. En este sentido, el Ministerio Público solicitó que la querella se rechazase al considerar que no hay delito.

El juez instructor, que ha asumido "íntegramente" el informe del fiscal, comienza su auto reprochando que el "armazón" de la querella se conforme con "noticias periodísticas de todo índole". En su opinión, ello evidencia que se eleve estas afirmaciones como "categoría de hecho demostrado" en "ayunas de todo sustento probatorio".

Vox registró a finales del mes de junio una querella criminal contra Zapatero denunciando que éste habría alertado de detenciones de etarras en Francia durante la negociación con la banda terrorista, según las actas de la organización incautadas en Francia, a las que tuvo acceso Europa Press.

Según esa documentación, que obra en poder de la Audiencia Nacional, Zapatero reveló al mediador con la banda terrorista que Francia tenía previsto dar un golpe importante a ETA tras la detención de Ramón Sagarzazu a finales de mayo de 2005. Para Vox, este dato prueba la necesidad de acciones judiciales contra el expresidente.

LA IMPUTACIÓN "NO ES NUEVA"

El magistrado de la Audiencia Nacional señala en el auto que "la imputación que ahora se hace no es nueva", pues, según recuerda, el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional ya tramitó un procedimiento similar contra "un miembro del Consejo General del Poder Judicial (José Manuel Gómez Benítez), un parlamentario autonómico (Jesús Eguiguren) y una persona sin cargo público (el ex ministro Javier Moscoso)", cuyas actuaciones llegaron al Tribunal Supremo y afirmó que negociar con la banda carecía de toda relevancia penal.

"Ahora nos permite, de una manera cierta y clara, asumir sus argumentaciones al haber establecido el carácter no delictivo de las conversaciones que el poder político, representante de la soberanía nacional, puede mantener con diversas organizaciones, y máxime cuando las mismas (como es el caso que ahora nos ocupa) tenían el aval del Parlamento de la Nación, sede de la soberanía nacional", justifica la resolución.

De hecho, el juez señala otra sentencia, la del alto tribunal de julio de 2014 sobre el chivatazo que se produjo en el bar de Irún (Guipúzcoa) el 4 de mayo de 2006, ya destaca la "ausencia de elementos incriminatorios contra el querellado" porque "no realiza su acción con dolo o intención de ayudar a la banda, sino con la contraria de acabar con la misma".

NINGÚN DETALLE SOBRE CUÁL ES EL SECRETO REVELADO

Con todo ello, Pedraz asevera que se rechaza cualquier "posibilidad teórica" de que haya existido colaboración con banda armada. Por ello, el resto de delitos -revelación de secretos y y omisión del deber de perseguir los delitos-- también quedan fuera de sospecha.

En este sentido, añade que "en ningún momento se dice cuál es el secreto que se revela, sobre qué hecho versa, a que operación se refiere y cuáles son sus consecuencias". "Solo se dice que se les avisa de las operaciones policiales en marcha en España y Francia (¿cuáles?) y que por esto se colabora con la organización", subraya.

Asimismo, afea que Vox haga en su querella una "genérica mención" de que se dejan de perseguir los delitos por ella cometidos, "nada más". Por tanto, considera que el resto de delitos que se imputan son "meros fuegos de artificio destinados a adornar una querella ya de por si ayuna de todo sustento fáctico y jurídico".