Juzgan mañana a un hombre para el que piden 52 años por violar a su esposa en nombre de Dios

SEVILLA 21 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Sevilla juzgará mañana martes a un hombre, identificado como J.F.V. y de 44 años de edad, para el que la Fiscalía solicita 52 años y ocho meses de prisión y el pago de una indemnización de 60.000 euros por supuestamente amenazar, agredir y violar "por estar obligada a los ojos de Dios" durante once años a su esposa, M.S.R., estando ésta embarazada, llegando incluso a "aleccionar e incitar" a sus hijos para que "menospreciaran" a su madre.

Según relata el Ministerio Público en su escrito de acusación, consultado por Europa Press, el acusado es una persona "emocionalmente inestable, inmaduro, desconfiado y suspicaz, con incapacidad de empatía, con pocas habilidades sociales, inflexible y con pensamiento dominado por ideas religiosas", añadiendo que, desde el inicio de la relación, sometió a la víctima a "continuos actos de maltrato, primero psicológico y luego físico".

En este sentido, dice que el procesado "llegó incluso a obligar a su esposa a mantener relaciones sexuales contra su expresa voluntad", todo ello "como forma de control y dominación hacia ella", y señala que esta actitud del acusado dio lugar a que su mujer tuviera que acudir a un psiquiatra y a estar de baja laboral, interponiendo la preceptiva denuncia el 28 de noviembre de 2005.

Entre los actos del acusado, el fiscal relata que llevaba a cabo "conductas de control y aislamiento, impidiéndole una normal relación con familiares, amigos o compañeros de trabajo, a los que descalificaba con expresiones como gentuza", mientras que también "llamaba continuamente en horario de trabajo a su pareja, controlándole los horarios".

LE TIRABA OBJETOS

Asimismo, y en presencia de los hijos, ha proferido contra la víctima distintos insultos, llegando incluso a manifestar a la hija mayor amenazas de muerte hacia su esposa, siendo también "habitual" que el procesado "tirara objetos de la casa contra la esposa, o que rompiera mobiliario".

De igual modo, el fiscal relata que la víctima trabajaba en horario de mañana para un organismo de la Junta de Andalucía, haciendo también ella las tareas domésticas, "negándose el acusado a que fuera auxiliada por una empleada de hogar, agregando que el procesado ha agredido a su mujer "en numerosas ocasiones", una de ellas durante una boda, cuando "le lanzó un cuaderno a la cara que le alcanzó en el ojo izquierdo".

Añade que el acusado, "en su afán por vejar, humillar, dominar y cosificar a su esposa, la ha sometido a todo tipo de prácticas sexuales no deseadas ni consentidas por ésta, llegando a utilizar en unos casos la violencia física y en otras la psicológica, cuando la esposa soportaba ser un simple objeto para satisfacer los deseos sexuales del acusado, pues ante su negativa, le gritaba de forma violenta y le decía que ella estaba obligada a los ojos de Dios, y que si no obedecía, la mataba".

CONDENADA AL INFIERNO

Además, y tras el parto del segundo hijo, la víctima "insistía en la necesidad de utilizar anticonceptivos para evitar un tercer embarazo, a lo que el acusado se negó alegando que si lo hacían se condenaría en el infierno", y dice que todo ello produjo en M.S.R. "una sintomatología caracterizada por inseguridad, baja autoestima, cambios de ánimos y llantos, que tras la separación en 2005 fueron remitiendo".

Por último, dice que el encartado, a pesar de los rasgos de personalidad descritos, "no sufre ninguna alteración en su pensamiento ni en la esfera de la sensopercepción, ni presenta problemas de memoria; tiene una capacidad de juicio normal, una inteligencia normal y no padece ningún tipo de perturbación en las funciones psíquicas básicas".